Profundizar la lucha contra el Gobierno de Milei y los gobernadores ¿Qué debe hacer la clase trabajadora?

El movimiento obrero y popular cada vez que fue convocado por sus direcciones sindicales ha demostrado predisposición a la lucha, actitud ante las provocaciones de las fuerzas de seguridad, pero sobre todo solidaridad ante los conflictos en curso.

La situación en los hogares obreros es cada vez más penosa, a diario nos llegan boletas de servicios con aumentos, estamos restringiendo cuestiones básicas como alimentación y medicamentos, o recreación, para poder pagar la luz, el gas o el transporte urbano.

Los índices de pobreza crecen de la misma forma que las ganancias empresarias a costa del saqueo de los recursos naturales, la especulación financiera y los salarios de miseria, en particular en las industrias generadoras de la riqueza.

Pero no conforme con eso, el sector concentrado empresarial quiere profundizar aún más la Reforma Laboral (para aumentar la producción con menos trabajadores/as y menores salarios). El Gobierno, a instancias del FMI, pretende imponer una Reforma Previsional para elevar la edad y pagar jubilaciones todavía inferiores a las míseras actuales.

Esos atropellos van de la mano con penalizar las medidas de lucha como los bloqueos y eliminar toda ley que proteja los llamados “bienes comunes”. 

De manera oportuna, están los demás sectores patronales medios y pequeños, que también quieren beneficiarse con la flexibilización laboral y aprovechar eventualmente algunos conflictos sindicales para conseguir exenciones impositivas,  aumento de subsidios para aumentar sus ganancias y otras ventajas.

La política en su juego electoral sin salida

Mientras pasamos hambre, los dirigentes políticos y sindicales ya nos están preparando un escenario para “votar con criterio” en 2025 y 2027. Las facciones del PJ son las principales en alentarlo. Los demás partidos del régimen -sean pro gobierno o críticos- están en esa misma sintonía, con el apoyo de los grandes medios capitalistas de comunicación implementando esa agenda en la vida política nacional.

Pero la actitud sólo testimonial de las fuerzas de izquierda contribuye con este escenario y las direcciones de los movimientos piqueteros y sociales en su gran mayoría están en una situación similar de pasividad, siendo estos últimos uno de los sectores más golpeados tanto por la persecución represiva como por el ajuste económico brutal. En nuestra opinión centrar la lucha en el aspecto electoral en este momento es criminal porque atenta contra el estado de ánimo de contingentes de trabajadores que de una u otra manera salen a la lucha en diferentes partes del país.

El conflicto universitario y el de Aerolíneas

Para el Gobierno son dos sectores que necesita derrotar ya que debe demostrar que su “plan motosierra” -además de, ajustar- apunta a vencer a los gremios y toda resistencia que se le plante.

Por ello, la lucha de las universidades y de aeronáuticos han tenido apoyo y solidaridad en todo el país, similar a lo que pasa con los trabajadores de la salud o los jubilados.

Hubo acciones como las tomas estudiantiles o paro en los aeropuertos. Sin embargo, para poder vencer a Milei debemos ir pensando en cómo masificar, coordinar las luchas y sobre todo cómo lograr una solidaridad activa. Es muy importante no aislarse, buscar todo tipo de iniciativas.

Es cierto -por ejemplo- que las tomas de universidades son hechos políticos importantes. Pero también es primordial que quienes las encabezan no se separen de las bases estudiantiles, incentivando asambleas por cursada, proponiendo elegir delegados por materia o carreras. En fin, ir construyendo una estructura capaz de llevar adelante esas tareas, como ir a volantear fábricas, unir los reclamos en un pliego común, sumar las demandas de los vecinos. Lograr así  la fuerza masiva para las medidas de acción directa contra el Gobierno y los intereses que representa.

El 30 de octubre fue un importante paso

La firmeza de los sectores del transporte que pararon fue un duro golpe a Milei y a las empresas. Otros gremios como ATE, SUTEBA, ATECH, Municipales del interior, Viales, Petroquímicos, Panaderos y universitarios dieron mayor contundencia a la jornada.

Pero el rol traidor de la CGT y la UTA o las declaraciones de “apoyo” de sindicatos como Plástico o la UOM sin plegarse a la medida de lucha, fueron funcionales al Gobierno.

La izquierda y los movimientos sociales realizaron cientos de cortes y acciones a media mañana. Lejos estuvieron de afectar la producción y el comercio. Otro hubiera sido el cantar si en lugar de ello -por ejemplo- se iba a los supermercados o frigoríficos en forma organizada para peticionar por la comida que falta.  O manifestarse en los ingresos de yacimientos o empresas por trabajo genuino. Los empadronamientos generales y coordinación con los trabajadores ocupados es clave.

¿Cómo seguirla?

A casi un año del Gobierno de Milei, se hace más evidente para la clase trabajadora la necesidad de sacárnoslo de encima. Cómo lograr esa masividad para medidas contundentes y una lucha frontal y decidida es la reflexión que debemos empezar a debatir.

No confiamos en la salida electoral. Entendemos que el único camino es retomar el de las jornadas del 2001 contra De la Rúa-Cavallo o del 2017 contra la Reforma Previsional de Macri. Por eso es preciso unirnos en la lucha, superar las actitudes divisionistas como en ATE (u otros sectores sindicales),que a pesar de convocar, lo hace sectorialmente, quitando la fuerza que se necesita ante la escalada no solo represiva en las marchas, sino también en los gremios como el ataque a la empresa estatal Intercargo en los aeropuertos.

No podemos perder de vista que estas divisiones y traiciones de organizaciones también responde a las directrices del PJ  y su interna electoral en donde Cristina Kirchner tiene una gran responsabilidad para apaciguar la lucha.

Por eso deben ser las asambleas las que voten coordinar las luchas y conformen comisiones que logren la unidad y el pliego común. Ningún reclamo debe quedar afuera desde los femicidios, el ambientalismo, el hambre o la educación, en el camino de lograr plenarios abiertos de delegados y activistas con mandatos de la base que forjen desde abajo un plan de lucha en miras de una Huelga General activa.

Se puede derrotar a Milei

Si los aceiteros con siete días de huelga y piquetes pudieron imponer sus condiciones salariales, si los petroleros de la Patagonia con piquetes en los yacimientos lograron quedar exentos del Impuesto a las Ganancias a sus sueldos, si los universitarios y sectores de la salud lograron la simpatía y apoyo de la sociedad, si los jubilados y jubiladas cada miércoles demuestran que necesitamos enfrentar el protocolo anti piquete de Bullrich, quiere decir que hay ánimo y ejemplos de lucha y predisposición

El paro del 30 también nos debe permitir otra reflexión: se puede parar por fuera de la CGT y CTA. Entonces -sin dejar de exigir a los dirigentes- debemos desde cada sector impulsar el camino de enfrentar al Gobierno, arrancando de las consecuencias de su plan (salarios de pobreza, despidos, precarización laboral, etc.). Los delegados de sector deben ser los primeros en llevar las opiniones de las bases para las iniciativas de lucha. Necesitamos generar las condiciones para pasar de la defensiva a la ofensiva. Y eso significa que debemos comenzar a plantearnos qué tipo de sociedad queremos, qué tipo de educación y salud, etc. Pero lo fundamental es que este sistema capitalista no va más y debemos implementar otro sistema, sin explotación ni opresión donde la clase obrera gobierne mediante una revolución social que inicie la transición al Socialismo.