“PROtegete” para prevenir el SIDA

El pasado 22 de noviembre, Mauricio Macri hizo campaña en la ciudad de Villa Carlos Paz. Allí posó junto a golfistas, siguiendo con su perfil de integrar a aquellos que no vengan de la política. En ese escenario muy de los ‘90s; la Juventud del PRO, repartía volantes para prevenir el SIDA, y una imagen vale más que mil palabras, repartían: el cuerpo de una mujer joven, con su vagina cerrada, y al fin del cierre el símbolo del sida.
Cómo explicamos esto? Podemos decir que Macri es de derecha y dijo que a las mujeres nos gusta ser “piropeadas”, gobierna con los sectores más retrógrados de la Iglesia, y un sinfín de políticas violentas hacia las mujeres, en este caso estigmatizando especialmente a las más jóvenes.

 

Los partidos patronales dejan que la Iglesia decida por nosotras

Esta aberración no tuvo mucho eco en los medios cordobeses, pero sí despertó polémica a nivel nacional, sobre todo porque salta a la luz luego de que el dirigente de su Juventud, lo subiera a twitter.
Las estadísticas indican que Córdoba es tercera en índice de femicidios, por ello gran parte de la población se está organizando, pero mientras tanto el PRO nos aconseja la castidad y tener relaciones sexuales sólo dentro del matrimonio. Es un claro mensaje católico y violento hacia las mujeres.
Las adolescentes, tal cual lo indican los preceptos de la Iglesia del Papa argentino: no deben tener relaciones sexuales. Esto también muestra otra faceta religiosa: la mujer como un ser inferior y débil, que necesitaría que alguien de arriba decida, por eso por ejemplo nos niegan el aborto.
Todos prejuicios, abalados históricamente por la burguesía, ya que esta estigmatización machista les permite ganar fortunas, pagándonos salarios inferiores. Además, promueve la división hacia adentro de la clase obrera, enfrentándonos con los hombres.

 

Al VIH lo prevenimos con mayor presupuesto, sin pagar la deuda

A nivel mundial mueren millones, y sobre todo los sectores más oprimidos, niños y mujeres, y esto se da particularmente en los países más saqueados por el imperialismo.
Pero la respuesta de los gobiernos ha sido discriminar, y no invertir un solo peso en solucionar ese flagelo mundial. En los ’80 se asociaba a los homosexuales con el SIDA, y en la “década ganada” no se da educación sexual laica, tampoco los pacientes reciben una adecuada atención en los hospitales y deben mendigar medicamentos.
Mientras “ellos” no nos dan ninguna solución sino que fomentan los valores de una institución tan manchada como la Iglesia católica, para que las multinacionales como Chevron sigan ganando.
En el capitalismo, las mujeres sufrimos cada vez más la opresión y ni siquiera podemos decidir sobre nuestro cuerpo, cada conquista arrancada fue producto de una dura pelea. Por eso decimos que el retrógrado no es solo Macri, sino los que siempre nos gobernaron, por eso debemos continuar con la lucha permanente en los sindicatos, en nuestro lugar de trabajo, para tener los mismo derechos que los compañeros varones y ser tratadas como iguales.

 

10 de diciembre de 2014.