“Crisis mundial de petróleo, falta de divisas para inversión, poca rentabilidad para exportar…”. Excusas y más excusas que las petroleras utilizan en Argentina para domesticar y meter miedo a los trabajadores. El que encabeza este argumento es YPF, supuestamente 51% estatal, que además dice que está subsidiando la industria y por eso no se puede hacer otra cosa y hay que recortar costos, abaratar las operaciones, optimizarlas, como les gusta decir a Galuccio y Kicillof en las reuniones. Optimizar, hay que entenderlo como sinónimo de hacer más trabajo con menos gente y mismo salario. Son pocos los sindicatos que dan pelea contra esto y no es casual: donde hay plenarios de delegados y asambleas se da batalla y en los que no, llegan resoluciones firmadas por los jefes sindicales, ya no importa de qué gremio sos. El ajuste del gobierno se tiene que imponer tarde o temprano y los petroleros de argentina tenemos una debilidad: estamos DISPERSOS y cada gremio hace su juego Por ejemplo, para los compañeros del SUPEH, petroleros que están en las refinerías de Berisso y Ensenada, Luján de Cuyo, el gremio firmó un acuerdo para que los operarios hagan multifunciones o sea más trabajo con el mismo salario, a los de distribución y estaciones de servicio un pago inferior de cada acuerdo puente y además no reconociéndole tareas que hacen y no figuran en el convenio. Todo porque Cassia, Secretario General de SUPEH Nacional está ligado al gobierno. Los de la Federación que hicieron un paro en sector refinerías Dock Sud y garrafas han logrado 28% al básico y 10% a los ítems no remunerativos, cuando el planteo de todos los gremios petroleros eran 32% para todos los conceptos. Claro, Roberti de la Federación está con Massa y tenía que lograr algo aunque se corte solo.
En Neuquén el gremio de Pereyra que es del Movimiento Popular Neuquino, tiene un acuerdo con el Gobierno Nacional en garantizar las inversiones de las multinacionalescomo Chevron en Vaca Muerta. Por eso a pesar de los telegramas de despido, solo apunta a que sus afiliados resignen conquistas como los ítems de plus de altura, paz social y demás para preservar sus puestos. Y cuando las operadoras ofrecieron 18% de aumento salarial sin titubear dijo que le parecía correcto. En Santa Cruz el kirchnerista Vidal, para poder implementar los mandados del gobierno, inventa guerras internas con parte de su Comisión Directiva, utilizando todos los recursos del gremio para garantizar una asamblea de destitución y no para organizar la lucha de conjunto contra los despidos y el avance de Cristóbal López en la provincia. Una lástima que en esa asamblea no vote una posición firme de acompañar el reclamo del 32% de aumento salarial para todos los ítems y basta de impuesto al salario. Con ese panorama otra vez Chubut queda con la posición de llevar la voz cantante de la paritaria. La asamblea de delegados y comisión directiva ratificó el pedido de 32% de aumento pero sabiendo que los demás gremios tienen diferentes situaciones. Aún así el gremio en Chubut tiene que lidiar con los petroleros de base que se han movilizado y parado, tanto por los puestos de trabajo y por el impuesto a las ganancias como por la pauta salarial. Parte de la Directiva tiene afinidad al FPV por eso es una lucha constante, quedando todo el gremio en estado de alerta y movilización. Por eso estas paritarias y coyuntura están íntimamente ligadas a las elecciones y la política, y la división de los petroleros favorece al gobierno y las multinacionales.
Pero hay otra alternativa, la del Frente de Izquierda (FIT) que plantea la nacionalización de la industria petrolera bajo control de los trabajadores y la conformación de una nueva federación de los trabajadores petroleros para así garantizar trabajo estable, sueldos dignos, asignaciones familiares y basta de impuesto al salario. Como petroleros del PSTU en todo el país haremos todos los esfuerzos para que con asambleas, luchas y organización, logremos el objetivo. Sabemos de la voluntad de combate de los trabajadores. Un encuentro nacional sería un primer paso para terminar con tanta dispersión ya que los recursos naturales son del pueblo y no de un puñado de empresas extranjeras amparadas por el gobierno y por YPF. Pasando a manos del Estado el petróleo y gas no habria hogares sin calefacción y se abaratarían los transportes y con ello bajaría la canasta familiar.