Este lunes 6 de septiembre la universidad de La Matanza retomó la vuelta de las clases presenciales. Esta última resolución, como ya dijimos, no fue consultada con el conjunto del estudiantado y paralelo a eso nos hacen firmar una declaración jurada para asistir al establecimiento, donde no se harían cargo en caso de contraer covid19 durante el tiempo de cursada. Con muchos interrogantes sin responder, ya que no se sabe con exactitud qué pasa con les estudiantes con factores de riesgo y/o familiares en esa situación, tampoco se tuvo en cuenta que una parte importante del estudiantado vive lejos de la universidad y por tanto es ridículo exponernos sólo por dos horas, ya que así serían las burbujas.
Como si esto no fuera poco, y para sorpresa de muchos, la vuelta a la presencialidad dejó bastante que desear, porque nos encontramos con las aulas y bancos totalmente sucios, baños sin jabón, sin papel higiénico, ni alcohol en gel. En gran cantidad de casos, no se tomó la temperatura. Aún sigue funcionando el centro vacunatorio dentro de la universidad lo que implica más caudal de gente. En el turno noche, se sumó la falta de disponibilidad horaria del transporte público que logra que nuestra vuelta a casa sea detestable y con riesgo de que nos pase algo (siendo mujeres), ya que a esa hora todos los negocios cierran y no pasa ni el loro. Realmente esta situación es agobiante, porque seguimos en medio de una pandemia que está haciendo récord y muches sin las dos dosis.
Pero la campaña electoral y la rosca política pretenden mostrar que lo peor ya pasó, que ya estamos saliendo y que de a poco se vuelve a la normalidad. Así lo expresa Fernando Espinoza, intendente de La Matanza y precandidato a concejal, llamando a “no volver atrás”. Visitó esta mañana la universidad junto al rector Daniel Martínez, mostrándose “preocupado” por la educación pública y por la participación de les jóvenes. Sostiene que el acceso a la educación “termina con las desigualdades”. Entonces nos preguntamos: sí esto es así, ¿qué pasa con les estudiantes que desde el año pasado tienen dificultades para seguir estudiando? ¿Qué pasa con les estudiantes que no encontraron cupos en las materias? ¿Qué pasa con les niñes que ni siquiera tienen vacante ni escuela en La Matanza?
Siguiendo la línea, el rector agregó que “esta es una universidad de puertas abiertas, la más importante del conurbano”. ¿Entonces por qué pretenden cerrar la tecnicatura de Sonido y Grabación? ¿Por qué no reciben a les estudiantes que nos acercamos a la universidad pidiendo respuestas, una solución?
La presencia de Espinoza en nuestra universidad y la vuelta de las clases presenciales son por las elecciones, a días de las PASO. El intendente se muestra interesado por el bienestar del pueblo de Matanza, pero no es así cuando familias feriantes, familias de los barrios recuperados, por ejemplo, piden hablar con él y son recibidas con un vallado policial terrible.
Además, sostuvo que, en las listas del Frente de Todos, supuestamente, hay “representantes” de estudiantes, de los empresarios y del movimiento obrero. ¿Creemos que esto es así? No, no van a “interpretar los sueños de las nuevas generaciones”. ¡Lejos está! Sino más bien es mostrar el pacto social que existe y por medio del cual nos entregan atades de pies y manos. Esta unión, donde nos quieren hacer creer que todes somos iguales y tiramos para el mismo lado, demuestra la conciliación de clases existente que ya demostró que no es solución para la juventud y les trabajadores, sino un callejón sin salida. Es hora de dar vuelta la tortilla.
A les compañeres que sostienen que en la universidad no puede haber política ni debates políticos, les decimos fraternalmente que todo es político. Poder ir o no a la universidad es político. La UNLaM está envuelta desde hace años en una política partidaria, así como lo está el Centro de Estudiantes Liga Federal. No es casual que entre les mismes estudiantes estemos tan dispersos ni sepamos qué pasa exactamente en nuestra universidad. Ahora que intentamos levantar una mínima y difícil organización estudiantil desde abajo, como alternativa al Centro, donde confluimos distintas carreras, vemos y nos enteramos de distintas situaciones y experiencias que han sucedido. Por lo tanto, es fundamental poder avanzar con esa organización, profundizarla por medio de asambleas. Que se den los debates que sean necesarios para buscar acuerdos, ver con claridad qué necesitamos les estudiantes de UNLaM.