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¿Qué unidad necesitamos?

En estas líneas queremos hacer un debate claro y franco con los trabajadores peronistas, kirchneristas, y con la izquierda.
Como expresamos en nuestra editorial, la Marcha Federal fue sin duda unos de los hechos más importantes del año. No tuvo la masividad del 29 de abril, pero reunió a miles de trabajadores en la calle.
Allí confluimos trabajadores de distintas filiaciones políticas, por eso nos parece equivocado que en un acto convocado por las dos CTA y un sector de la CGT, hayan estado presentes en el palco ex funcionarios kirchneristas.
A los trabajadores kirchneristas seguramente no les haya caído mal, pero a los que no compartimos esas ideas y esa política nos parece un grave error.

Una marcha contra el ajuste no puede tener en el escenario a los mismos funcionarios que iniciaron el ajuste durante el gobierno anterior. Allí estuvo presente el ex Ministro de Trabajo Carlos Tomada, por ejemplo, que fue cómplice de los miles de despidos durante el gobierno de Cristina Kirchner, también estuvo Daniel Filmus, que los docentes conocen bien, el ex vicepresidente Amado Boudou y Abal Medina, entre otros.
Yasky en su discurso quiso meternos a todos en la bolsa del “campo popular”, pero nosotros no tenemos nada que ver con esos funcionarios, ni con la patronal agraria, ni con las organizaciones patronales como la Central de Entidades Empresarias Nacionales, Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino, ni con los Esquenazi, Eurnequian, Cristobal López, Lázaro Baez y todos los empresarios que hicieron millones durante el gobierno anterior.

Era una convocatoria de trabajadores, pero las conducciones de las centrales subieron al palco a políticos patronales que no tienen ningún interés común con nosotros. Así, y con discursos en los que los correctos ejes de la convocatoria quedaban diluidos, cambiaron el contenido del acto, lo transformaron en un acto de reivindicación de su corriente política.
Nosotros estamos totalmente de acuerdo que tenemos que hacer un gran paro en todo el cono sur contra el ajuste, pero no para defender a Dilma de un supuesto golpe, como dijeron en la Marcha.

No opinamos como opina Yasky, el kirchnerismo y la mayoría de los partidos de izquierda que en Brasil hubo un golpe de estado. Nosotros creemos que lo que ocurre en Brasil es que los trabajadores le dijeron no al ajuste que empezó a aplicar Dilma, y ya le están diciendo no al ajuste de Temer, como acá le dijimos no al ajuste de Cristina y empezamos a decirle no al ajuste de Macri. Lo que vivimos en América Latina es el fracaso de los gobiernos “progresistas”, que más allá de sus discursos vienen aplicando un ajuste brutal sobre los trabajadores, para garantizarle la ganancia a las multinacionales y los banqueros.
El mismo día del acto, Daniel Catalano, Secretario General de ATE Capital, escribió en Página 12 que “venimos de la experiencia real, palpable y revolucionaria de que es posible vivir en una Patria más justa, libre y soberana”.
Tenemos una idea muy distinta de la independencia y la soberanía. Nosotros creemos que eso solo lo podemos lograr los trabajadores, sacando a Monsanto, Cargil, Barrick Gold y demás multinacionales, estatizando las principales ramas de la industria, la minería, el petróleo y la energía bajo control obrero. Macri gobierna para esas empresas y el gobierno anterior lejos de sacarlas del país, le abrió la puerta a Chevron y puso en manos de multinacionales el 80% de las 500 principales empresas del país.

Por eso, queremos ser claros, estamos por la mayor unidad para enfrentar el ajuste en la calle. Le exigimos a las CTA y la CGT que llamen al Paro Nacional, como parte de un plan de lucha. Y seguiremos impulsando esta política en nuestros lugares de trabajo. Sabemos que solo podemos ganar si estamos todos juntos, más allá de las diferencias políticas, pero esa unidad la queremos solo con los trabajadores y para luchar. Nosotros no queremos que gobierne Macri, pero tampoco queremos que vuelva Cristina, o que gobierne Massa; queremos un verdadero gobierno de los trabajadores y el pueblo, donde la industria y los recursos naturales estén al servicio de nuestras necesidades y no de la ganancia de los empresarios.