El sábado pasado se desarrolló un importante Encuentro de Trabajadores Ocupados y Desocupados en el Sutna de Pilar. Una de sus principales resoluciones fue la de impulsar una jornada de cortes con movilización a plaza de mayo para el próximo martes 24 de septiembre por una serie de justas reivindicaciones. El PSTU convoca a participar y a seguir profundizando los debates sobre que unidad y que coordinación necesitamos
Por Víctor Quiroga
Los dirigentes sindicales nos han dejado en “banda”. Ahora todos ellos se dicen “opositores”, pero la verdad es que todos, están dispuestos a sostener a Macri “hasta el último día de su gobierno” mientras las luchas que miles de trabajadores están llevando adelante contra los despidos y suspensiones, cierres de fábrica, reapertura de paritarias y otros reclamos quedan aisladas.
La reciente lucha y triunfo de una pequeña fábrica del Parque Industrial de Burzaco nos ha dado una gran lección del camino a tomar. Los compañeros, recurrieron y recibieron el apoyo y la solidaridad concreta (dinero, víveres, acompañamiento) de las fábricas vecinas, de sus delegados y sus bases sin importar su filiación política o sindical. Con su movilización obligaron al Intendente y el Concejo Deliberante a comprometerse a resolver problemas de salubridad, víveres, etc. Hubo una incipiente coordinación para llevar adelante acciones como el corte en el Puente Pueyrredón, movilizaciones a la Secretaría de Trabajo, etc. y además rodearon de solidaridad organizaciones barriales y políticas.
Como toda lucha, quedan pendientes hacer cumplir los compromisos de la patronal y el Ministerio pero están en mejores condiciones de seguir la pelea.
La coordinación “por abajo” es una necesidad ante la ausencia de los dirigentes sindicales. Por eso es importante apoyar todas las formas que por abajo se den para defenderse de los ataques del gobierno y los patrones. Pero es necesario evitar aislar aún más las luchas yendo a acciones desgastantes, a veces producto de la desesperación, apoyadas solidariamente solo por organizaciones políticas o sociales.
La unidad y la coordinación deben surgir del debate democrático en asambleas en los lugares de trabajo, a partir de las necesidades de la lucha, como por ejemplo los despidos o cierre de fábricas, aumento de salarios, condiciones de trabajo, salubridad, etc.
De nada sirven “grandes acciones y programas”, ni andar de aquí para allá si las tareas no son debatidas y aprobadas en asambleas. La experiencia ha demostrado que lo mejor es desarrollar la unidad y la coordinación a partir de las fábricas y lugares de trabajo vecinas.
Las coordinadores que van surgiendo deben servir para ir soldando la confianza, la solidaridad y las acciones desde la base y no simples acuerdos entre dirigentes.