“¡QUEREMOS QUE EL GOBIERNO NOS ESCUCHE!»

Desde hace ya más de un mes, los trabajadores del Frigorífico Penta, de Quilmes, vienen enfrentando a una patronal negrera, que en medio de la crisis económica y la cuarentena por el coronavirus dejó en la calle y sin cobrar dos quincenas a casi 250 trabajadores. Al patrón Bruzzese, dueño de este y otros frigoríficos, no le importan ni sus trabajadores ni el decreto del Presidente Alberto Fernández prohibiendo despidos y suspensiones por 60 días. Y No puede argumentar problemas económicos ya que la faena era normal y su producción es esencial.

El objetivo declarado no es otro que sacarse de encima a los delegados, votados hace apenas tres meses y a un grupo de 20 trabajadores, atacando sus derechos con total impunidad como está acostumbrado. El Gobierno que ha declarado que en “Argentina se acabaron los vivos”, no acaba con esta clase de patrones “vivos” que siguen burlándose de decretos y discursos.

Los obreros hicieron todos los reclamos legales en el Ministerio de Trabajo que declaró la Conciliación Obligatoria (y una reunión con la Intendenta kirchnerista Mayra Mendoza). Bruzzese la desconoció, impidiéndoles la entrada a los 240.

Represión, bronca y paro nacional

Por eso, ellos no tuvieron otra que empezar una lucha por la fuente de trabajo y el cobro de las quincenas adeudadas. Fueron reprimidos brutalmente por la Policía del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires y el Ministro de Seguridad, Sergio Berni, mientras hacían una olla popular en la puerta del frigorífico. Por la repercusión del hecho, el Gobernador y la Intendenta se despegaron repudiando la represión, mientras que Berni tuvo que poner la cara.

La Federación de la Carne no tuvo otra que llamar a un paro nacional, que fue importante ya que en el gremio hay mucha bronca. Pero esos dirigentes no prepararon la lucha ni tomaron en cuenta la gran cantidad de reclamos de todos los trabajadores del gremio que están siendo avasallados en sus derechos por las patronales, como las condiciones de seguridad ante los contagios del coronavirus.

Los trabajadores debatieron en asamblea movilizarse al otro frigorífico de Bruzzese, “La Huella”, a pedir la solidaridad y bloquear la entrada y otra propuesta fue movilizarse a la Casa Rosada para exigir que el Gobierno Nacional tome cartas en el asunto. Esta última fue la que se decidió, sin desechar la otra y haciendo un llamado a las organizaciones obreras, sociales y políticas para acompañar.

“Si hay lucha en la calle no te quedes en casa”

La movilización fue un éxito. Había muchas ganas y mucha fuerza para cruzar el Puente y gritarle al Gobierno para que escuche los reclamos de los trabajadores, a pesar de que el Sindicato no quería ir más allá. La marcha tuvo una importante repercusión y fue un gran hecho político, siendo el primer corte del Puente Pueyrredón. Esto ha fortalecido mucho a los compañeros. 

El Gobierno “atajó” la marcha con la Gendarmería, la Prefectura, y el Vice Ministro de Trabajo, quien se comprometió a una reunión para acercar soluciones. Una asamblea en el lugar, aceptó la propuesta, pero imponiendo que no solo el Sindicato y los delegados participara de dicha reunión sino también un grupo de trabajadores. Lamentablemente a último momento se cambió esa resolución y fueron solo los delegados y el Sindicato. Más allá del resultado de la reunión, nos parece un error no respetar las decisiones de las asambleas. Eso debilita la voluntad de lucha. 

La juventud y el PSTU que banca la lucha desde el primer día acompañaron la movilización junto a otras organizaciones sindicales, políticas y sociales. 

Los trabajadores, fortalecidos, van por más

Si el Gobierno no da soluciones, habrá que redoblar la organización. Junto con los delegados, activistas y demás trabajadores y debatiendo en Asambleas democráticas deberán decidir cómo organizar Comisiones para convocar a los compañeros, (que por distanciamiento social y falta de dinero no están participando plenamente); visitar además los otros frigoríficos de la zona buscando la solidaridad y que están padeciendo atropellos, como el Federal y las fábricas en lucha como la Cattorini, unificando reclamos; juntar  dinero para los compañeros más necesitados, etc. Esto ayudará a mantener una organización fuerte desde la base para sostener la lucha y no permitir que nadie resuelva nada sin la decisión de la asamblea de los obreros del Penta.

¿Cómo defender las fuentes de trabajo?  

Los patrones, como Bruzzese, del Penta, y también las multinacionales están aprovechando la cuarentena para suspender, despedir y cerrar las fuentes de trabajo. El verso es la crisis y parálisis económica. Son unos caraduras porque en todos estos años han ganado fortunas, especulado con el dólar y haciendo toda clase de negocios. Pero no está solos porque la mayoría de los dirigentes sindicales son “solidarios” con los patrones y firman acuerdos para bajar salarios, cambiar condiciones de trabajo y aceptan despidos y suspensiones. En primer lugar hay que exigirle al gobierno que haga cumplir su decreto que prohíbe despidos y suspensiones y a los dirigentes que rompan esos acuerdos y no acepten pérdidas de conquistas. Pero no podemos confiar en que cumplan. Desde el PSTU decimos que si los patrones argumentan que no tiene plata, que muestres sus libros de contabilidad y que los trabajadores podamos ver a dónde fueron a parar las ganancias. Bruzzese por ejemplo, saca la faena del Penta y la lleva a La Huella, súper explotando a los demás trabajadores. La solución de fondo es la estatización con control obrero del Penta y su producción ponerla al servicio de comedores populares y de todo el pueblo que necesita comer en medio de esta crisis 

24 de Abril de 2020.-