Si sos mujer, joven y pobre estás en problemas. Porque el capitalismo tiene muchos representantes que hablan de los derechos de los ciudadanos/as pero de ahí a que se cumplan, hay un mundo. Las jóvenes que quedan embarazadas no pueden decidir sobre si tener a su hijo o no. Si decide no tenerlo, no tiene dinero para hacer un aborto en un lugar en condiciones sanitarias, con un médico, que cobra una fortuna; tiene que recurrir a pastillas o a “parteras” de dudoso saber. A veces, en condiciones inhumanas, sin garantías de que salga bien, o de perder la vida en el intento. O si sale mal y tiene que recurrir al hospital, puede terminar presa. Como fue el caso de Belén, por quien peleamos y logramos la libertad. Y es ahora Yamila, en Rosario, condenada a 9 años de prisión. Sigo con interés el tema y nunca he leído ni escuchado de una mujer empresaria o adinerada acusada de practicarse un aborto, ¿ellas, no lo hacen?, ¿o nadie las juzga? Si en cambio, quiere tenerlo (de planificar ni hablemos, porque no existe educación sexual en los colegios, en los barrios, en las salitas ni en ningún lado) no sabe cómo va a hacer para comprar pañales o leche, ni va a conseguir trabajo rápidamente y si lo consigue, seguramente será en negro y mal pago. Muchas veces la familia se trasforma en el sostén de la joven madre, vivirá en la misma pieza de siempre hasta que logre hacerse sola o con sus padres una casita en el terreno en que ya viven, seguramente dos o más pequeñas familias. Puede ocurrir que decida no tener un hijo. Y también es señalada como mujer incompleta, desalmada, ”rara”. Y simplemente es una mujer que ha decidido no ser madre. La mayoría de las mujeres trabajadoras no deciden sobre su vida. No tienen tiempo. Muchas han sido madres de sus hermanos. La falta de guarderías maternales gratuitas es un derecho de las mujeres que rara vez se cumple en algún país. Menos todavía en los “subdesarrollados”. Las trabajadoras no conseguimos ni siquiera jardín de infantes para nuestros niños.
Se sufre la violencia doméstica pero también se sufre la violencia del Estado, la indiferencia y las acusaciones que caen sobre las mujeres pobres. La Iglesia con su sombra de más de dos mil años sigue decidiendo por nosotras, humillándonos y acusándonos de todos los males. Las mujeres son víctimas de la opresión que el capitalismo aumenta para poder enriquecerse más, nunca les alcanza. Por eso la única forma de terminar con esta situación es combatir al capitalismo, quien es el verdadero culpable. Los patrones no quieren poner de sus ganancias ni una moneda para garantizar nuestros derechos, y los gobiernos defienden a estos empresarios, grandes corporaciones roban nuestras riquezas y bienestar. Se llevan la sangre, y vigor de todos los trabajadores. ¡Hay que parar el ajuste de Macri! ¡Está al servicio de todo eso! ¿Qué vamos a esperar de este gobierno títere de las patronales? Tenemos que luchar para ganarnos cada conquista, como lo hicimos durante los 12 años de kirchnerismo. Debemos pelear por guarderías maternales gratuitas para todas. Tenemos que llevar esta preocupación, no solo a los lugares de trabajo sino a las escuelas, porque queremos el derecho a trabajar, pero también a estudiar y desarrollarnos. Y necesitamos luchar por educación sexual en la escuela, anticoncepción gratuita y aborto legal y gratuito, para no morir.