Ante las recientes tomas de facultades y colegios en diferentes puntos del país, desde el PSTU somos parte de las mismas y saludamos al movimiento estudiantil universitario que se coloca al frente de la pelea por un mejor presupuesto para las más de 60 universidades nacionales a lo largo y ancho del país. La pelea contra el veto de Milei es hoy una batalla decisiva de una pelea mucho más larga por la educación pública que necesitamos,
Al cierre de esta nota, se contabilizan más de 15 tomas estudiantiles. En la UBA las facultades de Filosofía y Letras, Ciencias Sociales, Psicología, Veterinaria y Exactas. Además Artes del Movimiento en la UNA; Filosofía y Artes en la UNC; el rectorado en Mendoza (UNCuyo); Filosofía y Letras en Tucumán; Humanidades en la UnJu (Jujuy); Humanidades y Artes en Rosario; el Bloque I en la UNSL (San Luis), rectorado en la UNLP, Colegio Nacional Buenos Aires y en el Colegio Pellegrini (CABA); y se espera que más asambleas estudiantiles de otras facultades adhieran a la medida de fuerza, que se sostendrá hasta el día de mañana cuando en la Cámara de Diputados se de la votación y Milei vete o no la Ley de Financiamiento Educativo.
En un contexto de ataque brutal a las condiciones de vida del pueblo trabajador y, en particular, a la educación y salud públicas, que los y las estudiantes empecemos a ponernos de pie, luego de tantos años de desmovilización, es fundamental. En función de continuar la pelea, creemos que es importante empezar a profundizar en algunos debates.
¿Qué opinamos de la Ley?
Desde la Juventud del PSTU somos parte de la lucha contra el veto a la “Ley de Financiamiento Universitario”, sin embargo, nos parece importante debatir entre las y los estudiantes, sobre el carácter de la misma y qué está en juego en estos momentos.
En primer lugar, es totalmente insuficiente para solventar las necesidades reales de las universidades hoy en día. Básicamente se plantea “administrar la miseria” en la que nuestra educación pública se encuentra desde hace años. Con docentes universitarios cobrando salarios bajísimos, riesgo de cierre de carreras en universidades del interior, con bajos presupuestos para cientos de facultades, entre otros ataques que venimos recibiendo estudiantes, docentes y no docentes. Con esto queremos debatir, que, aunque el veto no pase, la situación de nuestras universidades es crítica, y el próximo año seguiremos con un presupuesto que puede ser recortado en un 50%, completamente insuficiente para poder tener un funcionamiento adecuado.
Definitivamente estamos por el rechazo al veto, porque lograr esto, además de “tapar el bache” momentáneamente nos pondría en muchas mejores condiciones para ir por todo lo demás. Para nosotros la pelea por la educación no está separada de las otras peleas.
El movimiento estudiantil empieza a encender la mecha ¿le daremos continuidad?
Este proceso se desarrolla en un momento donde el peronismo y el radicalismo se recompusieron en varias facultades y centros de estudiantes del país ganando las recientes elecciones estudiantiles. Esto les coloca un reto mayor que es colocarse en oposición real al gobierno de Milei y a sus planes de ajuste.
Hoy estas direcciones se dan la estrategia de presionar para frenar el veto, pero poco se discute sobre un programa más amplio de lucha contra Milei, con métodos más radicales que realmente cuestionen y desestabilicen las políticas del gobierno. Además no salen del ámbito universitario, teniendo la oportunidad de llamar a la unidad y solidaridad con cientos de luchas que hoy se dan a lo largo del país. Tal es el caso del triunfo del Hospital psiquiátrico Laura Bonaparte, producto de la presión de sus más de 600 trabajadores y de la unidad con gremios y comunidad cercana al hospital.
Este aspecto nos parece de suma importancia, ya que no debemos separar los ataques que recibimos las y los estudiantes, a los ataques que recibe el conjunto de la clase trabajadora hoy. Por eso creemos que los estudiantes tenemos que unir nuestra pelea al conjunto de reclamos de los demás sectores que están siendo atacados y exigir un plan de lucha en el camino de tirar abajo el plan económico de Milei y planteando otro modelo de educación que priorice a los hijos e hijas de los trabajadores.
Tenemos que retomar la tradición del Cordobazo, con obreros y estudiantes luchando codo a codo, enfrentando de manera directa la represión cuando se hace necesario. Es el camino que tenemos que construir
Caiga o no el veto ¿qué debemos hacer?
Frente al llamado que están haciendo sectores del movimiento estudiantil, centros de estudiantes de algunos colegios secundarios, y algunos gremios docentes, creemos que la pelea no termina con la votación del día miércoles 9 de octubre, al contrario, debemos aprovechar el primer impulso que fue retomado el 2 de octubre con la Segunda Marcha Federal Educativa, donde decenas de miles llenamos las calles contra el veto.
Es momento de sumar a los sectores estudiantiles universitarios que aún no están peleando y al conjunto de los estudiantes, llamar a la unidad de todas las luchas, declararnos en asamblea permanente, llamar a la solidaridad con todos los sectores que están en lucha, sumarnos a los paros convocados como el del sector de transporte para el próximo 30 de octubre. Pero además impulsar junto a las y los docentes la pelea por un presupuesto que cubra las necesidades de las universidades en el 2025 y hasta garantice un crecimiento real.
Pero también, creemos que es momento de discutir en todas nuestras facultades qué tipo de educación estamos dispuestos a defender, la que está al servicio del gran capital o la que está al servicio de la amplia mayoría de la clase obrera del país. No podemos permitir que Milei venda nuestra educación y la ponga al servicio del mercado, no podemos permitir que nos quiten lo que ganamos hace décadas con lucha y organización.
¿Queremos formar profesionales que investiguen cómo curar el mal de chagas, como mejorar las condiciones de trabajo y aprovechar los recursos naturales? ¿O queremos que se dediquen a trabajar para mejorar las ganancias de Galperín o Rocca, de las empresas norteamericanas, europeas o chinas? Discutir qué educación queremos es discutir qué país queremos, una Argentina para los trabajadores y el pueblo, o una Argentina para los más ricos, para las multinacionales y los bancos. Esta pelea pone esa discusión sobre la mesa.