Gobernada por Alicia Kirchner, la provincia de Santa Cruz sufre una crisis sin precedentes debido a los recortes al presupuesto del estado provincial (del cual vive gran parte de la población), generándose una masiva respuesta obrera y popular: Paros, marchas, ocupaciones de edificios públicos, son cosa de todos los días.
Pese a lo que argumentan desde el FPV (ahora “Unidad Ciudadana”), que dicen estar sufriendo un ataque económico del Gobierno Nacional, la realidad es que Alicia Kirchner, no gobierna de manera diferente a Macri y sus gobernadores en el resto del país: hace pagar al pueblo trabajador una crisis gestada desde hace tiempo.
Santa Cruz es un claro ejemplo de los resultados de la política que venimos sufriendo en todo el país desde Menem a esta parte. En una provincia basada en la extracción petrolera, la privatización de YPF en los ‘90 -apoyada por el entonces gobernador Néstor Kirchner-, significó hambre y miseria para el pueblo; mientras los capitales privados se llevaban las riquezas invaluables del subsuelo, a cambio de unas regalías que jamás llegaron a la población santacruceña. Esta situación no cambió con la llegada de los Kirchner al Gobierno Nacional, sino que se profundizó. Y que con el ocaso del kirchnerismo, y las consecuencias del saqueo de las arcas públicas a través de subsidios y quita de impuestos a las Empresas, corrupción y una devaluación incesante, no hizo más que empeorar.
Ajuste, represión y lucha en una provincia saqueada
Lejos de contemplar esta situación de brazos cruzados, los trabajadores y el pueblo santacruceño vienen luchando con bravura desde hace dé- cadas contra el saqueo de su provincia: paros, ocupaciones, enfrentamientos; es imposible resumir las luchas obreras y populares de esa provincia, que hoy vive protestas masivas casi cada día.
A este estado de rebelión permanente, el gobierno ha respondido con represiones brutales que no son sólo de ahora sino que es una vieja práctica de los K. Podemos destacar dos ejemplos para ilustrar: al ex ministro de gobierno, Daniel Varizat, embistiendo en 2007 con su 4×4 contra docentes en Río Gallegos, dejando 24 heridos; y la represión a petroleros en Las Heras (al norte de la provincia) en 2006, que incluyó torturas a detenidos para forzarlos a declarar contra activistas petroleros, que terminaron condenados a cadena perpetua.
Pero la represión no ha logrado doblegar a las masas, que continúan con su resistencia; agravando la crisis política de un gobierno que, para completarla, ya asumió desacreditado al no haber ganado las elecciones mediante el voto popular, sino a través de la tramposa “ley de lemas”.
¡Solidaridad con las luchas! ¡Fuera Alicia Kirchner!
La situación llegó a un punto de no retorno. Aunque el Gobierno Nacional (que ha demostrado que no quiere que caiga el gobierno provincial) gire fondos suficientes como para pagar salarios caídos, eso solo pospondrá el ajuste de cuentas con el kirchnerismo; ya que su política es el vaciamiento de la provincia. Las direcciones de los principales gremios estatales que encabezan hoy las luchas se limitan a hacer reclamos salariales, cuando la solución a todos los problemas es política: la salida de Alicia Kirchner del gobierno, y la recuperación de los recursos de la provincia para su población trabajadora.
Para lograr eso, es necesario unir y coordinar todas las luchas; movilizando no solo a los trabajadores estatales, sino también a petroleros, pesqueros, mineros, etc. Solo el pueblo trabajador puede sacar a la provincia de la crisis, cortando el saqueo de la patronal y sus políticos.