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Reestatización parcial con obreros sin trabajo

En su discurso del 1º de Marzo en el Congreso Nacional Cristina K anunció que impulsaría una “reestatización” de la administración de las líneas ferroviarias metropolitanas de pasajeros. Una medida que muchos sectores políticos y de trabajadores ven con cierto agrado y que a simple vista parecería “progresista”. Pero genera muchas dudas y desconfianza a meses de las elecciones, y por estar la gestión ferroviaria K atravesada de muertes y corrupción al por mayor. ¿Qué se esconde detrás de esta decisión?

El Gobierno está preparando una retirada manteniendo algunos sectores de poder. Para seguir usufructuando la corrupción que llena los bolsillos de La Cámpora y su aparato clientelar. Por ello, tratará de que su ministro del Interior, Florencio Randazzo, uno de los K presidenciables, haga buena letra al estar a cargo del sector de transporte, especialmente el ferroviario.

El capitalismo argentino, con las privatizaciones y gerenciamientos a terceros en las líneas ferroviarias, de carga y pasajeros, llenó los bolsillos de burgueses, amigos políticos y burócratas sindicales. Pero estuvo signado por decenas de muertos y accidentes como los de Once, Castelar, José C. Paz y tantos otros. Con un pésimo funcionamiento de las estructuras ferroviarias y del servicio en general. Ahora, Cristina pretende mostrar que, agrandando aún más la deuda externa, en este caso con China, hará una supuesta revolución ferroviaria.

El Gobierno K, con tibios reclamos de la oposición burguesa, dispuso ahora que las líneas Mitre, San Martín, Roca y Belgrano Sur las opere el Estado. Una supuesta “nacionalización”, sumada a la línea Sarmiento, gestionada por el kirchnerismo desde 2013, luego de la catástrofe de Once. Quedando en espera las líneas Urquiza (Metrovías) y Belgrano Norte (Emepa) con contratos hasta 2017. Y la prueba de que esta “reestatización” será utilizada en plena campaña fue el acto de Cristina con la llegada de unidades nuevas para la línea Roca, en la foto con Randazzo. 

Trenes de China, con mayor deuda externa…

En menos de dos años el Gobierno quiso recuperar imagen pero a un costo altísimo. Hoy hay 99 locomotoras y 1.321 coches, el 42% de los cuales fueron comprados 0 km a China sin licitación e incorporados en el último año a un costo promedio de U$S 1,2 millón por unidad. El Estado invirtió US$ 2.360 millones en comprar trenes y locomotoras, incluyendo los US$ 1.125 millones de las líneas suburbanas. También destinó $ 2.000 millones para arreglar 120 estaciones, $ 2.800 millones para pasos bajo nivel, y $ 3.000 millones para mejorar 1.000 km de vías.(1)
Mayor endeudamiento público por los acuerdos recientes con China y con fondos que no se quitan precisamente de los pagos de la estafa de la deuda externa, sino del ANSES de los jubilados, de las reservas del BCRA y de bonos con más endeudamiento del Estado. Otro ejemplo de cómo opera el Gobierno es la compra de 2.800.000 durmientes de hormigón también a China, cuando en nuestro país existen 5 fábricas en condiciones de producirlos como DHASA, de Mar del Plata con capacidad para fabricar 375.000 durmientes al año.(2) La importación le costará al país hasta un 35% más, y la cifra de la deuda aumentará en U$S 249 millones.(3) Por el mantenimiento y repuestos se dependerá de China pagando fortunas: por ejemplo U$S 533 dólares por asiento de pasajero, U$S 133 por el vidrio de cada ventana, U$S 10.875 por parabrisas y U$S 1.875 por cada asiento de conductor.(4)

… y obreros sin trabajo

La empresa Emprendimientos Ferroviarios S.A. (EMFER), de los tristemente célebres hermanos Cirigliano que operó la línea Sarmiento, en 2011 inició un plan de fabricación de vagones eléctricos de doble piso ultra modernos a un costo inferior que los acordados recientemente por Cristina con China. Después del desastre de Once y otros accidentes, el Gobierno se vio obligado a nacionalizar el Sarmiento, quitando la concesión y paralizando a los obreros de EMFER. Y los dejó con incertidumbre laboral, sin planes operativos para fabricar los vagones que ahora se adquieren a China, cuando estos trabajadores podrían producir vagones en nuestro país.
Cristina optó por cierta modernización del material rodante, desechando las unidades construidas recientemente y sin dar trabajo a obreros argentinos y a un costo mayor, ni disponiendo que los subsidios millonarios que se quedaría el Estado se inviertan verdaderamente en un serio plan ferroviario. 

Una “reestatización” parcial que no cierra 

Lo llamativo de esta “nacionalización” es que influiría sólo en las líneas de transporte urbanas, como lo demuestra la compra de vagones eléctricos a China. Por ahora no se menciona nada sobre las concesiones de ramales de carga que dejan suculentas ganancias a operadores que los gerencian con subsidios y mantenimientos estatales de los corredores ferroviarios.
El Estado pone mucha plata para las inversiones de los operadores privados. Por ejemplo, hay US$ 1.200 millones del convenio con los chinos para recambio de vías, planificando renegociar contratos con cinco operadores privados hasta 2021, donde participan Techint, Roggio, Emepa, Loma Negra y Aceitera General Deheza, con un supuesto mayor control del Estado desde la nueva “Ferrocarriles Argentinos”, pero con enormes ganancias en manos de estos capitalistas.Algo que no es precisamente “reestatizar”.

Tampoco en esta nacionalización ferroviaria K queda en claro que pasará con los miles de kilómetros de vías que desaparecieron desde la década menemista (cuando de 34.000 km de vías quedaron 19.000). ¿Se reabrirán estos ramales decarga y pasajeros?

Desde Avanzada Socialista creemos que la industria del automotor ligada al imperialismo económico se opondrá y el capitalismo argentino, con Cristina o el que le siga se someterá como siempre.Durante los gobiernos militares, peronistas duhaldistas, menemistas o kirchneristas, radicales y de la Alianza, las empresas estatales fueron fuente de corrupción y negociados,lo que deterioró los servicios.

Desde el PSTU decimos que estamos a favor de la reestatización ferroviaria, como de otros servicios,pero que esta debe realizarse con la constitución de empresas del Estado que deben ser puestas bajo control de los trabajadores y usuarios Lo contrario huele a más negociados para los capitalistas y más corrupción estatal.

Notas:
1 Diario Clarín – 08-03-2015
2 Noticias Ferroviarias – 06-04-2014
3 Diario Clarín – 04-08-2014
4 www.eliminandovariables.com – 28-06-2013