Han pasado más de treinta meses desde que Sebastián partía de su ciudad natal y aún no pudo regresar.
Tras su captura, Rosario no podía quedar al margen en el pedido de su libertad. Las escalinatas de la Bolsa de Comercio, la tribuna donde Seba instó a sus compañeros de General Motors a mantenerse firmes y luchar por sus puestos de trabajo, donde Daniel Ruíz levantó la primera voz por la persecución a Seba, fue el escenario que congregó al conjunto de la izquierda rosarina que dijo ¡PRESENTE! con sus oradores y adhesiones. Todos coincidieron en destacar al compañero por su trayectoria como militante y dirigente irreprochable.
Vanesa, su hermana, fue otra de las oradoras que agradeció a todos por no dejar de pelear por su hermano y recalcó la necesidad de no cesar en la lucha por su libertad.
La jornada concluyó al grito de ¡LIBERTAD A LOS PRESOS POR LUCHAR! A nadie le importó el viento que traía tormenta y frío. Nos mantuvimos firmes como Seba lo hizo frente a la represión.
TODOS ERAMOS SEBASTÍAN ROMERO como dijo uno de nuestros compañeros, instando a mantener la pelea y la solidaridad más allá de las banderías partidarias: ¡HOY TODOS SOMOS SEBASTIÁN ROMERO Y TENEMOS LA OBLIGACIÓN DE LOGRAR SU LIBERTAD!
3 de Julio de 2020.-