Los medios masivos resaltan la gira de Macri y sus “positivos” encuentros con Donald Trump en el país del norte, y con primeros ministros, emperadores y reyes en Japón, China y Dubai, junto a empresarios, banqueros y especuladores financieros. Además de los elogios a los costosos vestidos de la esposa de Macri, no faltó nota en los diarios o la TV sobre las excelentes condiciones económicas que el Gobierno les ofrece a los inversores capitalistas, pero omitiendo lo fundamental: se basan en una mayor explotación del movimiento obrero, generando desocupación y rebajando salarios y atacando convenios colectivos con la excusa de mayor productividad, es decir más horas laboradas y más baratas.
La delegación económica macrista, con varios ministros junto a varios gobernadores provinciales, además de ensalzar los proyectos de inversión en agroindustria, energía, transporte y minería, resaltó las modificaciones a los nuevos convenios colectivos en la industria petrolera como en Vaca Muerta y en la cuenca de Chubut, lo que trasladaría también a todas las ramas de la producción. Basta recordar dichos recientes del mismísimo Macri: “…bajar nivel de litigiosidad laboral”, “…que los convenios laborales del siglo XX no sirven en el siglo XXI”, “…los impuestos al trabajo alcanzan a la mitad de los argentinos. Tenemos los impuestos al trabajo más altos del mundo” (1).
Con la complicidad de las diferentes oposiciones patronales en el Congreso, y la Justicia con la Corte Suprema a la cabeza, sigue avanzando en el recorte de conquistas a los trabajadores como la nueva ley de las ART, la flexibidad laboral, despidos encubiertos, salarios en negro, miles de trabajos precarios, el derecho a huelga, limitaciones y represión a las protestas y uno de los mayores ataques: alta inflación con topes a los aumentos salariales en las paritarias.
Rebaja salarial: ofrecimiento a los inversionistas
Además el Gobierno tiene socios, los burócratas sindicales, que más allá de llamar a grandes concentraciones con advertencias que caen en saco roto, están firmando convenios paritarios a la baja con el agradecimiento de las patronales que los compensan con millonarios retornos. La prueba son los acuerdos ya firmados para el 2017: un promedio del 21% en cómodas cuotas (2) aunque restan cerrar algunos (ver página 6) la tendencia es clara. Mención especial para Aceiteros que consiguió un aumento del 31,6% (Ver recuadro aparte).
Con una inflación interanual (los últimos 12 meses) que llegaría al 35%, las patronales y el Gobierno celebran victoriosos una quita de más 10% reflejada en los convenios salariales. Esto es lo que mostró Macri a los capitalistas extranjeros, además de los pagos sistemáticos de la deuda externa en continuo crecimiento. Hasta que los capitalistas yanquis, chinos, japoneses o árabes se decidan,
el Banco Central mantiene tasa de interés entre el 25 al 30% para beneplácito de los especuladores financieros nacionales e internacionales, todo a pagarse con el tremendo ajuste que nos están aplicando a los trabajadores y al pueblo.
(1) El Cronista – 02-12-2016
(2) Construcción y Obras Sanitarias: 21% en 2 cuotas; Comercio: 20% en 2 cuotas; Docentes de Chubut: 16% en 2 cuotas; UPCN (empleados del Estado): 20% en 3 cuotas; SMATA: 6,41% para el primer trimestre 2017; Seguro: 20% en 2 cuotas no remunerativo; Estaciones de Servicio: 20%; Gráficos bonaerenses: 22,7% en 2 cuotas; Sanidad Córdoba: 19,5% en 2 cuotas; Bancarios: 24% desde enero.
ACEITEROS CONSIGUIÓ UN 31,6%
La Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina firmó este aumento por la paritaria salarial en el Convenio Colectivo de Trabajo 420/05. El salario inicial, correspondiente al peón, ingresante sin formación ni experiencia, pasa a $ 25.690 desde el 1º de abril de 2017. Se trata de un aumento que en términos porcentuales significa un 31,6% sobre los salarios básicos de cada categoría. Es de resaltar que los Aceiteros vienen de conseguir el mejor aumento paritario en el 2016 luego de una dura lucha con participación democrática de la base, situación que las patronales cerealeras y aceiteras tuvieron en cuenta antes que soportar fuertes conflictos en plena etapa de exportación y con la avidez de divisas del Gobierno macrista para el pago de la millonaria deuda externa.