El brutal ajuste se hace sentir en la familia de los trabajadores de la educación, los efectos de la inflación que roza el 50% interanual nos golpea. Hace pocos meses la dirigencias sindicales pactaban un acuerdo salarial a la baja mientras el Gobierno se regocijaba diciendo que hacía años que las clases no empezaban normalmente, ese acuerdo cayó y fue producto del paro que impusimos los docentes bonaerenses junto a los estatales. Fue así que el no inicio luego del receso invernal tuvo que ser tomado por la dirigencia del SUTEBA y de varias provincias.
Frente al parazo que se impuso desde abajo, la Celeste de Baradel se intenta reposicionar. Es así que lanzó un paro el 11/8, que incluía la movilización y lamentablemente de la noche a la mañana la levantan de buenas a primera. Por su parte ATE, ese mismo día realizaba un paro nacional y movilizó junto a la CICOP, Judiciales, SUTEBAs opositores y Aceiteros a Plaza de Mayo. Todos los dirigentes hablan de construir la unidad para enfrentar al ajuste, pero en los hechos hace años que dividen la lucha convocando a movilizaciones separadas.
No a la Reforma Previsional, Laboral y Educativa
Hay que pararle la mano al ajuste empezando por el reclamo de la reapertura de paritarias, contra el Impuesto al Salario, por la defensa de la educación pública estatal. Es decir, una pelea contra el plan de Macri y de los gobernadores sin importar su signo político.
Este plan de ajuste viene por rebaja salarial y de nuestras condiciones de trabajo, y eso se expresa en un ataque a dos grandes conquistas de los trabajadores de la educación como lo son los convenios laborales (estatutos) y las cajas jubilatorias que aún no han sido transferidas al ANSES o armonizadas. Esta ofensiva no es nueva, sin ir más lejos, en Buenos Aires aprendimos qué significaba “armonizar” allá cuando el gobierno de Kirchner-Solá intentaba elevar la edad jubilatoria y los años de aporte con la pérdida de la movilidad automática, es decir, que ya no esté atado el sueldo del jubilado al trabajador activo.
Sin lugar a dudas este ataque no es nuevo y en esto tienen un gran acuerdo todos los partidos patronales. Así como votaron la “Ley de reparación histórica a los jubilados” que vuelve a la ofensiva contra nuestra jubilación, así es que aprobaron la Nueva Ley de Educación y sus correlatos provinciales. Leyes que avanzan contra la educación estatal a través de la precarización laboral y educativa de los FINES, MEJORAS, COAS, Patios Abiertos, entre otros planes educativos devaluados y al servicio de reforzar el papel de contención de la escuela, desarrollando el negocio de la educación privada, que encima es muchas veces subvencionado.
Hoy, la denominada “evaluación educativa”, es parte de una reforma que recorre el continente. Los maestros y el pueblo mexicano están enfrentándola tenazmente. Profundiza la precarización y la pérdida de la estabilidad laboral y avanza con el saqueo del conocimiento. Esta es la política educativa dictada por los organismos internacionales para transformar la escuela estatal en un mero depósito de pibes pobres y marginales que no podrán acceder al conocimiento científico y la cultura universal, una escuela al servicio del disciplinamiento social y la naturalización de la pobreza.
Construyamos la unidad por abajo
Desde el PSTU en el Frente Índigo entendemos que los trabajadores debemos dar una batalla política contra estos planes de ajuste y que frente a la división o pasividad de los dirigentes, la construcción de los planes de lucha los tenemos que impulsar desde abajo. Si realmente las CTAs-ATE-CTERA-SUTEBA quieren “combatir la derecha” como plantean deben generar las condiciones para unir las luchas de todos los estatales, una unidad sólida construida desde las bases, decidida en asambleas conjuntas, sin importar el gremio o la afiliación sindical, con paros y movilizaciones. Las conducciones sindicales deben romper políticamente con los partidos patronales que son parte de este pacto de ajuste, dejar las divisiones mezquinas y poner todos los recursos al servicio de construir la unidad con un gran paro y plan de lucha nacional.