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SECUNDARIA DEL FUTURO: ¿AL SERVICIO DE QUIÉN?

La historia del PRO gobernando la capital del país se resume, entre otras cosas, en una historia de reformas educativas. Donde un gran punto de inflexión fue la Nueva Escuela Secundaria (NES) del 2014, que recortó las más de 150 orientaciones que existían en los secundarios de la ciudad de Buenos Aires (CABA) a solamente 13. Esta reforma se hizo tomando como marco las resoluciones 84/09, 86/09 y 93/09 que votó el Consejo Federal de Educación en 2009, del entonces Gobierno kirchnerista. 

En el año 2017, el Gobierno de CABA a cargo de Horacio Rodríguez Larreta  presentó el plan “Secundaria del Futuro”, como profundización de la “NES” (Nueva Escuela Secundaria). Ésta implica un recorte mayor de los contenidos, con un esquema armado y promovido por organismos internacionales como el FMI, en cuanto a educación. El punto más inquietante del proyecto consiste en que les estudiantes en el último año realicen “prácticas laborales” dentro de empresas privadas.

Mano de obra gratuita

La reforma fue aplicándose de a poco. Recién este año están comenzando con las «Prácticas de Aproximación al Mundo del Trabajo». Las mismas constan de 120 hs cátedra en el año. Empresas como Megatlon, Infobae, Accenture o Banco Galicia, entre otras, serán dónde les estudiantes trabajarán totalmente gratis, sin estar cubiertos por una obra social y sin derechos sindicales.

Esto no es algo nuevo. En la provincia de Buenos Aires (y también en la ciudad) existen las Prácticas Profesionalizantes en los colegios técnicos. Dónde los alumnos cursan 200 horas en el último año en distintas empresas, con la misma excusa de “prácticas laborales”, realizando trabajo no pago, muchas veces riesgosos, sin ningún tipo de obra social, y la cobertura ante cualquier emergencia corre a cargo del Estado.

La excusa siempre es la misma y puede parecer atractiva para muches. Puesto que la falta de experiencia laboral siempre es un gran problema cuando se termina el secundario y se empieza a buscar trabajo. Pero el objetivo real no es más que garantizar mano de obra barata o directamente gratuita para las empresas.

Además, podemos preguntarnos si, teniendo disponible empleados más baratos, ¿las empresas mantendrían los mismos puestos de trabajo? ¿Qué condiciones tendrán esxs trabajadores? Es decir ¿De qué manera impacta esto en quiénes ya trabajan en esas empresas?

Otro sistema educativo es posible

Ningún sistema educativo es aislado ni neutral. Está en función de la estructura social y económica del mundo y de cada país específico (en el artículo “Recorrido Histórico de la Educación en Argentina” se tomará este punto con mayor desarrollo). El actual modelo, ligado al saqueo de nuestras riquezas por parte de las potencias mundiales y organismos como el FMI, requiere una educación que nos discipline a eso. Y ese es el objetivo de la Secundaria del Futuro.

Por eso la rechazamos, como la están rechazando estudiantes de distintos colegios de la ciudad. Porque lo único que logrará será precarizar aún más las condiciones en las que vivimos para que unos pocos se sigan llenando los bolsillos.

Para pensar una educación diferente es necesario pensar un modelo de país diferente, con los recursos naturales en manos del Estado, un desarrollo de la industria pesada, de la ciencia y de la técnica en función de las necesidades del pueblo trabajador. Sin ningún tipo de sometimiento a organismos ni potencias extranjeras.

Pero mientras tanto, lucharemos contra el recorte a los planes de estudio, por escuelas en mejores condiciones. Para que las pasantías o prácticas sean con el sueldo correspondiente, con libertad para organizarse sindicalmente.

Organizar la batalla contra la precarización

Varios colegios ya se están organizando y están comenzando a salir a las calles. Es importante la coordinación. Tanto entre estudiantes de diferentes escuelas y terciarios como con docentes, que también están sufriendo ataques de parte del Gobierno de Larreta.

No podemos engañarnos. Esta no es una pelea que podemos dar en solitario. Las reformas anteriores pasaron y las nuevas seguirán pasando si no resistimos de conjunto. Es necesario ir a las empresas que recibirán estudiantes. Hay que ir a buscar a las y los trabajadores, quienes perderán derechos y hasta quizá sus empleos gracias a esta reforma. Tenemos que salir y golpear como un sólo puño para tirar abajo este plan.

 

Recorrido histórico de la educación en Argentina.

Cuando pensamos en la escuela, o en la educación en general, la primera idea que se nos viene es que nos forma intelectual, moral y físicamente como ciudadanos. Desde un punto de vista neutral. La realidad es que la educación nunca fue neutral, siempre estuvo al servicio del modelo económico de cada país o estado.

Así en el esclavismo o en el feudalismo no era necesario que todo el mundo sepa leer y escribir, alcanzaba con que supiesen cómo trabajar la tierra. El conocimiento era algo restringido al clero y a las clases dominantes. Es en el capitalismo cuando se hace necesaria mano de obra calificada, pues era necesario que aprendan lo necesario para manejar las máquinas. 

En función de demostrar esto, presentamos a continuación un recorrido breve por los cambios en el sistema educativo de nuestro país, hasta la Dictadura Militar. En un próximo artículo desarrollaremos los cambios ocurridos con la vuelta a la democracia, los gobiernos neoliberales y el kirchnerismo.

Ley de Educación Común

A partir de 1852 con la batalla de Caseros y el exilio de Juan Manuel de Rosas, se inicia un período de reorganización nacional. Un profundo proceso de cambios sociales, políticos y económicos. El Estado busca fortalecerse con la definición de las fronteras nacionales, la integración territorial y la vinculación del sistema productivo de materias primas con el mercado mundial. 

Para lograr la consolidación del Estado era necesario un sistema educativo que sirviera de engranaje, por un lado impartía capacitación laboral y por otro un discurso de unidad nacional. El objetivo era salir del “atraso”, “la carencia de disposición al trabajo, al orden y a la disciplina” en la que, según las familias más ricas del país (la burguesía oligárquica nacional), estaba sometida la población hasta ese entonces. La escuela pública era la institución ejemplar para esa doble tarea. Por lo que, en 1853 la Constitución Nacional estableció el derecho a la educación, pero las distintas jurisdicciones provinciales eran quienes debían hacerse cargo de su garantía. Así, aparecen las primeras escuelas dentro del nuevo territorio nacional que aún se estaba definiendo. 

Comienzan a aparecer dos posturas entrelazadas entre sí. Por un lado, Domingo Faustino Sarmiento, quién llevó adelante el proyecto de organización escolar en la provincia de Buenos Aires en ese momento, y promulgaba la idea de la “civilización”. La tarea principal era la de civilizar, teniendo como eje el modelo de educación norteamericano. La otra postura, era el proyecto de Mitre sobre la educación ilustrada. Marcar la diferencia entre la escuela media y la universidad. Está última funcionará como una educación elitista que se encargaría de formar la futura clase dirigente. 

Los resultados del primer censo nacional en 1869, arrojaron que sólo un 20% de la población infantil asistía a la escuela. La centralidad de la educación era fundamental para el desarrollo de las distintas políticas sociales, económicas y militares que el gobierno estaba llevando adelante, por lo que necesitaba la ampliación del sistema educativo a todo el territorio nacional. El problema era la debilidad del nuevo Estado.

Una vez consolidado el poder bajo la presidencia de Julio A. Roca se dicta la primera Ley Nacional de Educación nº 1.420 (1884), la ‘Ley de Educación Común’. Se crea el primer Consejo Nacional de Educación, determinando al sistema educativo con carácter público, gratuito, obligatorio y laico. La nueva ley genera tensión entre la Iglesia y el Estado. La hegemonía de la educación había estado, hasta ese entonces, en manos de la Iglesia Católica. 

La Ley Láinez, sancionada en 1905, permitió la expansión a lo largo del país, creándose escuelas primarias en las provincias. Tengamos en cuenta, que dicha expansión permitía la consolidación de los territorios adquiridos a sangre y fuego en los últimos años. La “nueva Patagonia”, apropiada en la mal llamada Campaña del “desierto”, significaba para la oligarquía gobernante la oportunidad de agrandar sus patrimonios y tener una mayor vinculación con el mercado capitalista mundial. Por ello, el Estado debía asegurar su poder allí a través de sus instituciones.

Cabe aclarar que en estos años nacen en la ciudad de Buenos Aires las primeras escuelas de oficio. La Escuela Industrial de la Nación (conocida como la Escuela Técnica Otto Krause) y la Escuela de Comercio (Conocida como la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini).

Plan de industrialización 

El contexto mundial juega un rol fundamental. La crisis de 1929 y la Segunda Guerra Mundial, fueron el escenario perfecto para un viraje dentro de la política liberal del estado nacional. La necesidad de implementar un modelo de industrialización por sustitución de las importaciones llevó a nuevas políticas educativas. Ya no bastaba con el nivel primario, ahora se suma el secundario. Era imprescindible mano de obra calificada, lo que marcó el desarrollo de las escuelas técnicas y la profundización del sistema educativo.

En este escenario de prosperidad económica producto de la posguerra, aparece el Primer Plan Quinquenal bajo el Gobierno de Juan Domingo Perón (1947). Un proyecto que no podía dejar de lado la educación. Esta nueva reestructuración se plasma en la famosa reforma a la Constitución de 1949. Es decir, la planificación educativa tenía que estar al servicio de la nueva economía. Aparecen nuevas instituciones que responden a las necesidades de crecimiento industrial. Pero… todo lo que sube tiene que bajar dentro del sistema capitalista mundial y las medidas “nacionalistas” llegaron a su tope. La dependencia al mercado internacional aún existente hizo que, por más bonanza obtenida, la crisis mundial no nos fuera indiferente. Aquí comienza un período largo de desmantelamiento industrial y con ello una regresión política que comenzó a apostar a la inversión de capital extranjero. El Segundo Plan Quinquenal no llegó a hacer ni sombra en relación al primero. La educación sufrió en paralelo todos estos cambios que retrasaron y frenaron los presupuestos destinados para el crecimiento. 

Conflictos laborales y estallidos sociales comenzaron a retornar dentro del paisaje nacional.

Lucha Subversiva.

Para todo esto no debemos olvidar la cara discursiva de la institución escolar. La Revolución Rusa (1917), la Revolución Boliviana (1952) y posteriormente la Revolución Cubana (1953), marcaron un punto importante en la historia de la humanidad.

Argentina no fue ajeno a esto: La Patagonia Rebelde (1920), la Masacre de Napalpí (1924), la aparición de la primera central sindical ‘La Confederación General del Trabajo’ (CGT, 1930), aparición de nuevos derechos laborales, la integración de la mujer al mercado laboral industrial y la obtención del derecho al voto, son algunos ejemplos de distintas expresiones de organización obrera.

El crecimiento de las ideas revolucionarias, junto con sus organizaciones sembró terror en la burguesía nacional e internacional. Los estados capitalistas debían aniquilar estás “nuevas” ideologías que  atentaban directamente contra sus intereses. La derrota no debía ser sólo física, a través de la persecución y represión, sino que además ideológica. Las escuelas fueron una herramienta determinante para este combate. Los términos de “patria”, “familia” y “Dios”, se tornan moneda corriente. 

Durante la última Dictadura la propaganda represiva fue cada vez más grande en las aulas. Desde censuras hasta panfletos que indican cómo reconocer y erradicar la subversión. Comienza también una etapa de descentralización. Las provincias pasan a ser responsables de la educación primaria. El Estado pasa a ocupar un rol de subsidiario con control ideológico. 

 

https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/28578/S7700338_es.pdf?sequence=1

https://revistas.uns.edu.ar/csh/article/view/1505/907

http://www.bnm.me.gov.ar/proyectos/medar/historia_investigacion/index.php