En los últimos días muchísimos jóvenes de entre 16 y 18 años se han enterado que no aparecen en el padrón electoral para las elecciones de 2019. Es una inquietud mas que válida, ya que los jóvenes, particularmente los jóvenes de la clase obrera, somos marginados a la hora de poder intervenir políticamente.
Un poco de historia
La Ley de Voto Joven fue sancionada en octubre de 2012. En el marco de una avanzada del movimiento estudiantil secundario que llegó a tomar 63 colegios ese año, el kirchnerismo gobernante sacó de la galera esta ley como intento de cooptación de un sector de ese movimiento. Y muchas organizaciones le hicieron seguidismo a esta maniobra, desmovilizando al activismo.
Hoy, casi 7 años después, claro está que con el derecho al voto los jóvenes no han podido mejorar sus condiciones de vida. Votando a los 16 o no, la escuela publica sigue su proceso de degradación, la precarización laboral cada día es peor (en el 2012 no había Rappi por ejemplo) y los jóvenes de los barrios sufren el acoso, cuando no el asesinato, por parte de las fuerzas represivas del estado. El último año, bajo el gobierno de Macri, los pibes asesinados por gatillo fácil son 1 cada 21 horas.
Lo vivimos todos los días en nuestras escuelas cayéndose a pedazos, en la cantidad de compañeros que tienen que abandonar sus estudios, 2 de cada 3 jóvenes están en la pobreza en este momento. Y los que logran tener trabajo por lo general están en negro, o precarizados, sin posibilidad de sindicalizarse para defender sus derechos.
Por los derechos de todos los jóvenes
Ya sabemos cuales son las intenciones del Gobierno de mejorar las condiciones de vida de los jóvenes trabajadores y pobres: ninguna. La única sugerencia que hemos recibido es hacernos youtubers, como expresaron en la Expo Joven. Algo bastante difícil en un país donde el 41% de los niños, niñas y adolescentes son pobres y un 19% no tiene acceso a información.
Por otro lado el kirchnerismo nos ofrece únicamente una jornada de empadronamiento para arrastrarnos detrás de la formula Fernandez – Fernandez. La misma que legalizo el voto joven para detener la movilización y actualmente no se pronuncia por el aborto seguro, legal y gratuito.
La sorpresa, es que sin ninguna diferenciación, el FIT (PO.PTS-IS), está haciendo la misma campaña.
Pero entonces, el voto joven, hay que defenderlo? Creemos que sí. Ante la maniobra de Macri, de no empadronar a los más jóvenes, quienes en su mayoría votarían en su contra, lo defendemos. Pero también debemos luchar por nuestro derecho a afiliarnos libremente a partidos políticos y ser candidatos.
Luego de hacer este repaso, tenemos más que claro que si bien es válido el reclamo por aparecer en los padrones, más que nunca es necesaria la organización de la juventud por todas sus reivindicaciones. El caso de los jóvenes asesinados por la policía en san miguel del monte nos demuestra que nos enfrentamos a un sistema que no nos puede ofrecer nada más que explotarnos, degradarnos y matarnos.
Nos enfrentamos a un plan económico y a un sistema. Y no vamos a poder lograr cambiarlo votando. Desde la juventud del PSTU creemos necesaria la construcción de juventudes revolucionarias , en todas las escuelas, fabricas, barrios y facultades para poder enfrentar a este régimen putrefacto que nos explota.
Convocamos a la juventud a establecer un debate sobre este tema. A la vez que convocamos a todos y todas a participar de la marcha contra el gatillo fácil, para demostrarle al gobierno que los jóvenes estamos de pie y no nos vamos a dejar asesinar. La próxima semana, debemos decir presentes el 28 a la movilización durante la presentación del proyecto de ley del aborto y el 29, en un nuevo aniversario del Cordobazo, debemos formar parte activa del paro nacional. Es por el camino de la lucha, junto a los trabajadores, que lograremos derribar a Macri y el FMI.