Los moyanistas, los gordos, los independientes k, y los transportistas (CATT) de manera burocrática ya han realizado dos reuniones en los últimos meses en un nuevo intento de reunificar la CGT. Los ausentes con aviso, Caló, Pignanelli, Viviani y Barrionuevo se muestran por ahora reticentes a esta iniciativa.
Sin duda, para los trabajadores y el pueblo poder contar con una organización única, fuerte, que pelee por sus reclamos, contrario a conciliar con los patrones y el poder de turno, sería un gran paso. Pero no es esto lo que se plantean estos dirigentes. Su gran preocupación, y así lo manifestaron en una reciente declaración, es “Tener el rol de contención social, más que su factor de presión sobre el próximo presidente”, Más claro, agua.
Estos dirigentes burocráticos, atornillados a sus sillones desde hace décadas, son conscientes de lo que se avecina con Scioli o con Macri, un avance del ajuste en todas las áreas laborales, donde pagaremos los laburantes y el pueblo. Se apuran a unirse sin ninguna consulta a los trabajadores, para concretar una nueva agachada: pactar con el nuevo gobierno y los patrones que frenarán toda reacción de los trabajadores contra el ajuste, a cambio de mantener el control de los sindicatos y las obras sociales, con sus millonarios fondos.
Caló, si bien no participa de esta movida, propone lo mismo: llevar adelante “Un acuerdo social tripartito”, entre gobierno, patrones y dirigentes sindicales.
Mientras tanto, el país ya está viviendo los embates de la crisis económica mundial. Y esto lo padecemos desde hace tiempo, con constantes suspensiones y despidos, la paralización de nuevos ingresos de trabajadores.
Estos dirigentes, lejos de poner su prioridad en enfrentar esta situación llamando a la lucha, se quieren unir para sostener al próximo gobierno y por el otro lado, aferrarse a la caja millonaria de las obras sociales.
Por la unidad para luchar contra el ajuste
En los últimos años hemos protagonizado paros nacionales convocados por varios de estos dirigentes contra el plan de ajuste de Cristina. Los trabajadores a pesar de no ser consultados en asambleas y plenarios de delegados, los llevaron adelante mayoritariamente. Y desde la izquierda paramos y estuvimos activos en las calles y rutas.
Hoy lo que hace falta es continuar la lucha porque la situación empeora para los de abajo. Por eso no podemos validar esta unificación para “La contención social”. La unidad que necesitamos es para dar pelea hasta echar por tierra estos planes de miseria y explotación.
Los trabajadores y el conjunto de pueblo debemos exigir a estos dirigentes, el llamado a asambleas y plenarios de delegados para discutir cómo seguir la pelea. Pero también para debatir que unificación necesitamos y queremos.
El conjunto de los trabajadores no puede ser convidado de piedra en estas importantes decisiones.