En el marco del debate que abrió el oficialismo sobre el impuesto a los grandes ingresos, Nicolás Del Caño y Romina del Plá, diputados por el FIT-U, presentaron un proyecto propio de impuestos a las grandes fortunas. El mismo amplía muchísimo la cantidad de ricos que deberían pagar el impuesto, y seguramente de ser aprobado debería recaudar mucho más. Además, avanza en proponer una serie de puntos correctos, para que sean los ricos los que paguen la crisis. Si bien acordamos con ese concepto, como propuesta de la izquierda, opinamos que tiene algunas limitaciones que queremos señalar.
El Proyecto del FIT-U si bien dice que “solo la movilización puede lograr que se concrete un programa para terminar la decadencia nacional, la dependencia y el atraso” no llama a luchar concretamente a los trabajadores para imponer su proyecto ahora. ¿O los compañeros creen que esto se resolverá en unas sesiones entre diputados y senadores y no como un proceso de lucha para hacerles pagar a los patrones esta crisis? ¿No hay que alertar a los trabajadores que habrá (ya hay) una gran resistencia de las patronales? ¿No son acaso las patronales las que deciden si pagan o no pagan los impuestos? ¿No son los grandes evasores ellos? Nos parece un error, en esta profunda crisis capitalista no plantear este problema.
Control obrero, de movimientos sociales y barriales
El proyecto del FIT-U incluye los destinos de los fondos recaudados por esta “Ley de Emergencia”, y la creación de un “Comité de control, monitoreo y seguimiento del Fondo Especial de Emergencia”, compuesto por trabajadores electos por sus pares de la salud, especialistas y técnicos de Universidades Públicas, trabajadores del Instituto Nacional de la Vivienda y de la Administración Federal de Ingresos Públicos que velará por la efectiva instrumentación de los impuestos establecidos en la presente ley y el adecuado destino de los recursos hacia las partidas específicas que detallamos.
Nos parece bien que haya un sector de profesionales y trabajadores de la salud y Vivienda, que controlen y hagan un seguimiento del destino de los fondos, pero deja afuera a algunos de los más interesados que son los obreros y sus organizaciones de lucha, los despedidos, los movimientos sociales y barriales que deberían ser la mayoría de los destinatarios de los salarios, las viviendas y ayudas en esta emergencia, los que pelean diariamente por sus puestos de trabajo, sus conquistas y salarios, la comida para sus pibes. Son ellos quienes deberían ser los que controlen y hagan un seguimiento y decidir también a dónde a van los recursos.
El Congreso ha demostrado ser una verdadera cueva de corruptos, de levanta-manos para el mejor postor patronal y diputados con salarios desproporcionados. No esperamos que de allí salga la solución a los problemas de los trabajadores y el país. Ningún proyecto que realmente sirva a los trabajadores conseguirá ser votado por los políticos de los partidos patronales. Eso debe quedar claro, para no crear falsas expectativas.
Auto organización y un programa de lucha contra la peste del capitalismo
Cualquier proyecto de ley que desde la izquierda se presente debe ser claro en ese sentido: sin movilización no paramos los despidos, las suspensiones, la baja salarial, la miseria en los barrios y la destrucción del país. Sin auto organización en los barrios, fábricas, universidades y lugares de trabajo, estaremos expuestos a la voluntad patronal. Y no conseguiremos los fondos necesarios para financiar la profundización de la crisis que se viene para el pueblo.
19 de Abril de 2020.-