La semana pasada los trabajadores senegaleses, en su mayoría jóvenes, fueron víctimas de la represión. El martes 5 de junio la policía de Larreta se le tiró encima a Kane Serigne Dame, uno de ellos sacó una navaja y se la clavo en el brazo, perforando una arteria. Tuvo que ser llevado al Hospital Álvarez donde lo operaron y quedó detenido por Resistencia a la Autoridad y violación a la Ley de Marcas. El miércoles 6 de junio por la mañana se realizo una marcha contra la violencia policial hacia los manteros senegaleses y en contestación a esto el viernes 8, la fiscal Celsa Ramírez autorizó allanamientos en hoteles y pensiones y les sacaron mercadería, objetos de valor y sus ahorros, por la tarde los vendedores hicieron un corte de calle para visibilizar y denunciar la violencia policial que viven diariamente.
Hoy los “enemigos” para el Gobierno son los senegaleses, hace un tiempo fueron los jóvenes mapuches que peleaban por sus tierras pero que según el Gobierno eran una peligrosa guerrilla, la RAM, impulsada por el ETA, las FARC y hasta Inglaterra. Después fueron los secundarios, a los que quisieron imponerle un protocolo anti-toma porque su organización y lucha crece. También los pibes de la villa y la organización La Garganta Poderosa que “merecían” la represión de la Prefectura, porque liberaban zonas para el narcotráfico. Y a los jóvenes que pelean y se movilizan los persiguen, como a nuestro compa Sebastian Romero, los chicos anarquistas detenidos desde el 14D y a Cesar Arakaki y Dimas Ponce, entre tantos otros.
Desenmascarando al enemigo:
Los mapuches no son los que trajeron a los Marines Yanquis a instalar una base al lado de Vaca Muerta, los chicos de los secundarios no son culpables de la inflación y tarifazos, los pibes de la villa no son los responsables del achicamiento del presupuesto en educación y salud, por ultimo los senegaleses no firmaron el acuerdo de ajuste con el FMI.
¿Por qué el Gobierno fabrica enemigos constantemente?
No alcanza con decir que desprecia al que trabaja y reprime al que se organiza y lucha por sus derechos.
Macri impulsa el accionar de las fuerzas de seguridad comandadas por Patricia Bullrich, que trata que no nos demos cuenta de que la desocupación, miseria y hambre aumenta por culpa de ellos.
Este gobierno de patrones utiliza el racismo y la xenofobia para dividirnos, enfrentarnos a nosotros mismos y no luchar contra nuestro verdadero enemigo, Macri y todo su gabinete.
Trabajadores migrantes en búsqueda de oportunidades
Se estima que son alrededor de 10 mil senegaleses los que actualmente viven en Argentina. En su gran mayoría hombres jóvenes. Huyen de la pobreza y la falta de perspectivas de su país de origen y envían dinero a sus familias. Nuestras tierras, parte del grupo de los 20, forman parte de uno de los destinos regulares, entre Francia, Brasil y otros países.
Estos trabajadores no tienen otra alternativa que no sea ser manteros. Por lo general es muy difícil que consigan residencia transitoria, y aún más difícil es que tengan residencia permanente, lo que los coloca por fuera del mercado laboral en blanco. Y en los trabajos en negro sufren también la discriminación. Por lo que terminan siendo vendedores ambulantes, porque muchas veces les es difícil inclusive conseguir un local para alquilar.
Ahora más que nunca unidad para enfrentar a Macri:
Es necesario rodear de solidaridad a los trabajadores senegaleses y todos los migrantes africanos y de todas las latitudes. Ellos no “roban el trabajo de los argentinos”, son trabajadores intentando enviar dinero a las familias que tuvieron que dejar y lo hacen vendiendo relojes y demás elementos en la calle. Debemos pelear por trabajo genuino, porque tengan todos los derechos para acceder a vivienda, salud y educación de calidad, porque los trabajadores no tienen color ni fronteras. Además repudiamos enérgicamente la represión de la policía de Larreta, la autodefensa se tiene que organizar en los barrios como ya se organizó la marcha ante lo sucedido con Kane Serigne Dame. La CGT en su paro del 25 debe tomar también las reivindicaciones del pueblo senegalés.
No podemos dejar pasar estas maniobras, como en el Cordobazo los jóvenes tenemos que unirnos con los trabajadores para luchar contra esta avanzada de represión que hoy sufren los senegaleses como parte de los trabajadores del país. Ya quedo bien claro que el plan de ajuste no pasa sin represión, por eso si queremos terminar con el racismo, sacar al FMI tenemos que echar a Macri e imponer un plan económico obrero y popular con un gobierno de los trabajadores.