SOMOS EL MAYOR DEUDOR DEL FMI

La Deuda Externa de nuestro país es impagable, coincidiendo sorpresivamente con la Vicepresidenta Cristina Fernández, por sus dichos recientes en año electoral. Pero la política del Gobierno con los acreedores internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) es convencerlos y garantizarles que se quiere negociar y garantizar el pago de los intereses, el verdadero objetivo buitre. Los medios oficialistas y opositores aseguran que lo hace para poder recibir más créditos con supuestos objetivos productivos. Ya el FMI registra que la mayoría de los intereses usureros que recibe son aportados por Argentina.  

Este año al FMI se le deben cancelar U$S 3.650 millones del préstamo otorgado a Macri y unos U$S 1.300 millones en intereses por la Deuda total de U$S 44.000 millones. La tercera parte de los créditos dados por el organismo son a Argentina, su principal deudor. Los cinco países que le siguen en la lista son Ucrania, Egipto, Pakistán, Grecia y Sudáfrica, que juntos suman una cifra similar. Y 86 deudores menores suman lo mismo que nuestro país.

Argentina se ha transformado en el mejor cliente del FMI, al generarle el mejor flujo de fondos y los intereses que le paga son la mitad de lo que percibe este organismo de todos los países deudores.

En nuestra economía capitalista y semicolonial es imposible de solucionar esta crisis si no se rompe con esta dependencia y se aplican verdaderos programas productivos. Que generen empleos genuinos y mejoren la calidad de vida de nuestra población trabajadora, sin estar condicionados para garantizar las sagradas ganancias de los inversionistas y capitalistas. 

Guzmán y el FMI quieren renegociar los vencimientos, pero …. 

Desde el Gobierno de los Fernández se difunden debates internos sobre cómo evitar someterse al FMI. Pero lo cierto es que mientras se maquillan como denunciadores seriales, hacen buena letra prometiendo que en Argentina habrá planes productivos generadores de fondos para cancelar Deuda e intereses. Entre tanto, en plena pandemia, pagan puntualmente cada tres meses intereses por U$S 315 millones, profundizando planes de ajuste. El organismo sabía que al empezar la pandemia, y ante el recrudecimiento de los contagios ten que aflojar un poco las exigencias y entonces saca planes de la galera como los “Derechos Especiales de Giro” (ver nota en esta página) que le facilitarían a la Argentina algunos recursos transitorios para pasar el año electoral y aguantar una segunda “ola” del Covid-19, pero aumentando la Deuda.

La realidad es que se siguen dilapidando recursos de nuestra economía capitalista, aunque nos quieran convencer que algo repunta productivamente. Seguramente habrá más declaraciones demagógicas del Gobierno peronista del Frente de Todos contra el gobierno pro empresarial de Macri, el FMI y lo impagable de la Deuda. Pero nada de investigar seriamente toda la estafa de la Deuda Pública.

Nuestra economía está parada en plena pandemia y desequilibrada desde el concepto capitalista. Hay récords de inactividad económica, el Producto Bruto Interno (PBI) sigue a la baja, se cierran miles de pequeñas empresas y comercios, baja el consumo, la inflación se acrecienta con más aumentos en los servicios, combustibles, alimentos y medicamentos, el desempleo a niveles nunca vistos, caída de salarios y jubilaciones, aumento de asistencia social masiva que no alcanza, menores fuentes de trabajo, aumento  de la pobreza permanente (reconocida por el INDEC en un 42%), deterioro en la Educación y la Salud, sin inversión pública que potencie el empleo. En medio de todo esto, el Gobierno está más preocupado por el pago de Deudas e intereses millonarios a los usureros internacionales.

Ratificamos que si no existe un verdadero cambio revolucionario empujado por los trabajadores organizados democráticamente, los recursos económicos se los seguirán robando. Pero se puede empezar por dejar de cumplir con el pago de las Deudas Internas y Externa fraudulentas y sus intereses e investigarlas en profundidad, algo que los gobiernos patronales como el de los Fernández no están dispuestos a hacer.

QUE ES EL FMI

En 1944 en Estados Unidos, en plena segunda guerra mundial que ganaban los aliados, se desarrolló la famosa Conferencia de Bretton Woods del Congreso Monetario y Financiero de las Naciones Unidas. 44 países crearon organismos del imperialismo internacional naciente de pos-guerra: entre ellos el Fondo Monetario Internacional (FMI) con sede central en la ciudad de Washington DC. Hoy lo integran 189 países que efectúan aportes anuales, y cuya representatividad e influencia queda acotada según el nivel de votación reconocida. Por ejemplo Estados Unidos tiene el 16,74% de los votos y 24 países de África el 1,34%, por ejemplo.  Así lideran ahora  el organismo Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia e Inglaterra, y en segundo plano China, Arabia Saudita y Rusia, los que deciden a quien ayudar por condiciones políticas y económicas.

Su objetivo es asistir con servicios financieros y préstamos a países que lo necesiten, para “asegurar la estabilidad del sistema monetario internacional. Traducido: se  presta ayuda crediticia mundial del organismo pero a cambio se debe aceptar condicionamientos y obligaciones económicas al servicio de las grandes potencias. Grecia es una de las víctimas recientes de estas ayudas con miles de desocupados y salarios y jubilaciones miserables.

La Argentina es socia del FMI y aporta anualmente el canon obligatorio para recibir asistencia financiera. Actualmente, este organismo evalúa  dar líneas especiales de inyección de recursos  a sistemas de Bancos Centrales para políticas monetarias en plena pandemia, pero con condicionamientos económicos y sociales, por ejemplo los Derechos especiales de Giro.

LA TRAMPA DE LOS DERECHOS ESPECIALES DE GIRO

En las negociaciones con el FMI el Gobierno aspira a postergar para después de la elecciones los vencimientos del préstamo de U$S 44.000 millones y tasa de interés. Así surge la posibilidad casi cierta de que el organismo usurero conceda un “Derecho Especial de Giro” hasta U$S 4.500 millones, pero al solo efecto de reforzar las reservas del Banco Central.

Estas concesiones son avaladas por  los socios principales del FMI mencionados en el recuadro. Así los países con economías más fuertes asisten a los más débiles con crisis económicas-financieras, más ahora en pandemia. Los créditos se originan en nuevos aportes de los socios principales que revalúan sus monedas, actualmente en detrimento del dólar. Luego asignan recursos para selectos países endeudados en la divisa yanqui, que al valer menos se benefician con un saldo disponible.

En el caso de Argentina el beneficio llegaría a la cifra mencionada de U$S 4.500 millones, disponible solo para aumentar reservas del Banco Central y utilizar esos fondos virtuales de dólares para cancelar el impagable préstamo a vencer en mayo próximo de U$S 2.300 millones del Banco Mundial. La diferencia se destinaría a cancelar parte de lo que vence este año con el FMI de U$S 3.650 millones. 

Es decir, un simple asiento contable del FMI y de Argentina que no reflejará ningún progreso en las necesidades económicas a enfrentar ya mencionadas. Solo un aumento a la larga de más endeudamiento.