El 10 de octubre, en la capital de Turquía, Ankara, se realizó una manifestación por “paz, trabajo y democracia” y contra la política de terror impuesta por el AKP (partido de gobierno). El telón de fondo era las próximas elecciones del próximo 1 de noviembre.
La manifestación, convocada por partidos de oposición, Hazıran (de la cual RED es parte) y organizaciones sindicales, se estaba acomodando para comenzar cuando dos bombas estallaron, dejando un saldo, hasta el momento, de 86 muertos y mas de 100 heridos de varias organizaciones. Es imposible describir la frustración ante la muerte de tantos inocentes, camaradas y luchadores. Para peor, mientras se contaban los muertos y heridos la policía decidió atacar a los manifestantes perplejos con gases lacrimógenos. Fue una situación realmente espeluznante. Inmediatamente después, el servicio de internet dejó de funcionar en la zona.
Antes de esta masacre habían sucedido atentados similares, pero no de esta magnitud: Diyarbakir (5 de junio) y Suruç (20 de julio). Después de perder la mayoría de la asamblea en las pasadas elecciones, el AKP ha impuesto una política de terror, reanudando la guerra contra el PKK en el Kurdistán turco; promoviendo enfrentamientos de sus partidarios contra partidarios del HDP, partido de mayoría kurda que hizo perder al AKP la mayoría en el congreso; realızando arrestos masivos y culpando a ISIS (Estado Islámico) de los atentados que solo van dirigidos a grupos de oposición. Los crímenes del ejército en las zonas kurdas se suman a los violentos enfrentamientos en los barrios entre kurdos y nacionalistas turcos, haciendo la situación cada vez más difícil.
Esta política de terror es típica de un gobierno bonapartista que busca sembrar pánico entre el sector de la sociedad que vota en contra de él. Por eso convocó de nuevo a elecciones y reanudó la guerra en ese periodo. Las muertes sobre la bandera del AKP en este momento son incontables. Su política está siendo culpar a grupos extremistas “islámicos”. El ambiente para las próximas elecciones no puede estar más tenso. Los partidos de oposición están llamando a no realizar más manifestaciones públicas por miedo a nuevos ataques. La situación es muy compleja y lo que pase en las siguientes horas y días puede significar importantes cambios políticos.
Hacemos un llamado a todas las organizaciones sindicales y del movimiento de masas a realizar paros coordinados hasta alcanzar un día de PARO NACIONAL en repudio a la masacre y la política de instaurar el terror. Las muertes de los camaradas no deben ser el vano.
El gobierno no quiere paz en el país, pues no le conviene. Sus días en el poder nos han mostrado esto. Se debe de continuar en las calles. Hay que detener al AKP en todos los espacios. Sus métodos mafiosos y su interés de imponer el terror hace tiempo lleva asesinándonos.