Se acercan las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) y la caza del voto indeciso se torna una carrera para todos los frentes que se presentan en estas elecciones. Una parte importante la representan jóvenes de entre 19 y 25 años. Distintos analistas arrojan hipótesis variadas sobre esta situación. Falta de confianza en los partidos tradicionales, los regímenes políticos actuales y el repudio a la represión ejercida por los gobiernos en todo el mundo, son puntos de conexión que se repiten en las encuestas.
Por Juventud del PSTU
¿Qué proponen los candidatos?
Seis de cada diez jóvenes están por debajo del umbral de la pobreza. Actualmente la desocupación juvenil es una de las más altas de los últimos tiempos, y fue agravada por la pandemia. En el primer trimestre de este año llegaba casi al 25% (más del doble de desocupación media general), según datos del INDEC. Y seis de cada diez jóvenes que trabajan lo hacen de forma precaria. Sin posibilidad de sindicalizarse, con empleo informal y si es formal, no dura más de 3 o 6 meses y debemos buscar un trabajo nuevo. No por nada el último tiempo proliferaron los empleos de aplicaciones, conocidos por no tener sueldo fijo, obra social y sin empleador a quien poder exigirle absolutamente nada.
En la memoria de los más jóvenes tenemos por un lado el desastroso Gobierno de Macri, que profundizó la desigualdad a niveles muy superiores, avanzó con planes privatizadores de educación en secundarios y terciarios, redujo presupuesto educativo y fomentó el emprendedurismo y la meritocracia. Actualmente sus candidatos proponen que les jóvenes continúen trabajando gratis, a través de prácticas laborales en el nivel secundario y que el salario joven sea igual a medio Salario Mínimo Vital y Móvil, o sea $13.608.
Como ya desarrollamos en una nota de AS 218, los libertarios se proponen como alternativa, pero con los mismos planes neoliberales que fracasaron anteriormente. Sus discursos supuestamente disruptivos no pueden engañarnos.
Por otro lado, estamos promediando los casi dos años de Gobierno de Alberto Fernández, que se mostró con un rostro amigable hacia la juventud que confiaba que “había 2019”, pero que se encuentra desilusionada por los resultados que arrojan los números, en el marco de la pandemia. Incluso para los representantes de la Juventud del Frente de Todos, como Ofelia Fernández, son puntos flojos de la gestión. Varios planes del Gobierno proponen un incentivo al empleo joven, pero con muy pocos puestos laborales. Los primeros días del plan “Te sumo” hubieron un récord de inscripciones de más de 50 mil jóvenes, pero hablamos de un número de desocupación juvenil que aún está demasiado lejos: cerca de 2 millones y medio. Este plan, además, no pasa de ser un nuevo ATP para Pymes para que tomen miles de jóvenes por un año con salarios de indigencia (los salarios no pasan de los $20.000).
La palabra de los y las protagonistas
Desde Avanzada Socialista nos acercamos a hablar con jóvenes trabajadores que nos comentaron de esta manera su situación:
Javier, obrero actualmente desocupado nos dice: “Conseguir trabajo hoy es, como desde hace tiempo, una odisea. Y la situación no hace más que empeorar. Los números hablan de crecimiento de la industria y recuperación de la economía, pero cuando une se sienta a buscar empleo tiene que «competir» con miles de jóvenes en la misma situación. Y todo para un empleo que en el mejor de los casos será por tres o seis meses.
Si hace unos años la casa propia dejó de ser un sueño alcanzable, hoy alquilar para irse de casa de los padres se está transformando en un imposible”.
Agustina, empleada de casa particular nos comenta: “En muchos casos nos pagan el día y de manera informal. La hora con retiro es de solo $225. Dependiendo las horas que hagas, tu sueldo correria entre los 25.000 y 28.000 pesos aproximadamente. Pero no hay un límite con las tareas que tengamos que hacer en nuestro lugar de trabajo. Recaen sobre nuestras espaldas una carga mental que no debería ser así (como revisar el cuaderno de clases del niñe que une cuida, garantizar los elementos que pidan desde la escuela, etc). Con un sueldo así no se llega a fin de mes, la mitad de esa plata va para alquiler (compartido), y con el resto para comprar mercadería, apuntes de la universidad y cargar la SUBE. Por este motivo, me veo obligada a agarrar otras «changas» para poder llegar a fin de mes y tener algo de plata para, por ejemplo, tomarme un remis por mi seguridad. Tener salidas que impliquen gastos no puedo cubrirlas con mi sueldo. A su vez, los fines de semana también ayudo en el negocio familiar. Son malabares que una, siendo joven y mujer, debe hacer para intentar tener algo de estabilidad económica pero también mental/emocional”.
Pablo, concurrente del hospital Durand: “Desde 2019 estoy como concurrente en el hospital. Las concurrencias, a diferencia de las residencias, no son pagas. Por lo tanto tengo que agarrar guardias del hospital para poder hacerme de un pequeño sueldo. Por suerte mi familia puede ayudarme, pero tengo compañeros que tienen otros trabajos de forma privada porque si no, no llegan. Lo que me da bronca es que laburamos gratis. Y son muy pocos los cargos que se abren para concursar, porque el presupuesto que tiene el hospital es acotado, aunque el trabajo en la pandemia aumentó muchísimo”.
(Recuadro 2)
Un programa alternativo para la juventud
Desde la juventud del PSTU en la lista del FIT-Unidad de la izquierda, queremos plantear a la juventud que está harta de esta situación, pelear por medidas como las siguientes:
- Generar empleo formal y estable, a través de un plan de obras públicas, que incluya un plan de primer hogar, construcción de hospitales, jardines, escuelas, colegios, universidades y terciarios y refacción de los existentes. Desarrollo de nuevas ramas, como la tecnología y la información, en la que los jóvenes puedan aportar, con salarios medios. En los convenios de trabajo que la figura de aprendiz sea para les jóvenes que recién ingresan al mercado laboral. Pase a planta de todes les contratades, residentes y concurrentes con plenos derechos. Basta de precarización.
- Renacionalización del sistema educativo. Que se destine el 25% del presupuesto a educación. Becas iguales a una canasta básica para tode quien la necesite. Fomento de la investigación y del desarrollo de las ciencias para las necesidades de les trabajadores.
- Por una educación estatal única, laica y gratuita. Separación de la Iglesia del Estado. Basta de financiar la educación privada y religiosa. Aplicación efectiva de la ESI en todos los niveles educativos y que se amplíe para derechos como el derecho a decidir, desde una perspectiva no machista. Entrega de anticonceptivos gratuitos y elementos de higiene menstrual en todas las salitas y hospitales. Efectiva aplicación de la IVE y la ILE en todo el territorio.
El presupuesto necesario para poner en pie estas medidas saldrá del no pago de la Deuda Externa, fuertes impuestos a la renta financiera, las mineras y petroleras. Para ponerlo en pie, tenemos que dar la lucha por otro modelo de país (opuesto al actual) en las urnas, pero fundamentalmente en las calles, junto a les trabajadores, para lograr las conquistas que necesitamos.