En el día de hoy le fue otorgada la prisión domiciliaria a uno de los genocidas emblema de la última dictadura militar, nada más ni nada menos que Miguel Etchecolaz, también involucrado en la segunda y definitiva desaparición de Julio Lopez.
Esta Justicia que beneficia genocidas, es la misma que persigue y quiere encarcelar a los luchadores, como Sebastián Romero.
En todo el país se debe hacer sentir el enérgico repudio a esta decisión y exigir que sea inmediatamente rectificada.
¡Cárcel común, perpetua y efectiva para todos los genocidas!