Santa Cruz, nuevamente es escenario de ajuste por parte del Gobierno a pedido de las multinacionales del sector petrolero que recae, una vez más, sobre los trabajadores.
Se podía ver que luego de las elecciones esto iba a suceder, pero no esperaron. Se sienten impunes, implementando una flexibilización laboral que consiste en despidos, deterioro de las condiciones de trabajo, ataques al salario, al no reconocer el Convenio Colectivo de Trabajo (CCT).
Ya en el encuentro de Neuquén las patronales petroleras habían solicitado garantías al gobierno de “seguridad jurídica”, o sea saquear sin ser cuestionados, flexibilización laboral, como el hecho de trabajar en altura con 80 km/h de viento, siendo que actualmente, por seguridad del trabajador, las maniobras se detienen cuando el viento supera los 40 km/h.
La conducción gremial del camporista Claudio Vidal viene aplicando un freno a los reclamos por condiciones laborales, categorías, salarios mal liquidados, etc., valiéndose de una campaña de miedo a perder la fuente laboral. Para ello utilizan toda clase de métodos: propaganda con periodistas pagados con dinero del afiliado, amedrentamiento de activistas, delegados combativos y al resto de los trabajadores para que no se sumen a las luchas. A esto se suman los eternos arbitrajes burocráticos de las subsecretarías de trabajo locales y el Ministerio de Trabajo de Nación para que los reclamos se diluyan en los escritorios.
Aún así no han logrado gobernar la conciencia de muchos trabajadores y delegados que dan pelea en medio de la tormenta. En la localidad de Las Heras trabajadores de las empresas Oil M&S, AESA, Huinoil, Oleosur, Vermaz han llevado adelante medidas de reclamos en condiciones adversas. La respuesta ha sido: despidos y amenazas de despidos, intimaciones judiciales, ataque a sus delegados y, como no se han amedrentado, han vuelto a militarizar la zona con gendarmes. Las amenazas a los trabajadores son muy explicitas y hasta incluyen promesas de causas judiciales, haciendo alarde de que están todos identificados, con foto y nombre. Esto es grave, pero no sorprende, ya hay historia en el flanco norte de Santa Cruz de petroleros condenados a cadena perpetua en causas armadas por el juez Quelín, encarcelamiento a delegados, activistas y miembros de la propia comisión directiva actual.
Desde aquí denunciamos al Gobierno y la patronal por la persecución de trabajadores y el ajuste feroz e injustificado (la producción no ha bajado, su renta es exorbitante, tienen subsidios e incentivos) y a todos los que siendo trabajadores elegidos como conducción gremial son funcionales y facilitadores de estos ataques, cometiendo una traición a los que dicen representar.
-Basta de despidos, persecución, espionaje interno y judicialización de la protesta.
-Nacionalización de los recursos naturales con expropiación sin indemnización y con control obrero.
-Fuera la gendarmería de los yacimientos y pueblos petroleros.
-Unidad y solidaridad de todos los trabajadores.
-Organización de un plan de lucha con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes.