Lo que hasta hace unos días era noticia por la quema de los humedales en las Islas del Delta del Paraná, hoy es noticia por la cantidad de focos de incendios en todo el país, principalmente en provincias como Córdoba, Catamarca, La Rioja, Corrientes, La Pampa, San Luis, Santiago del Estero, Misiones y Buenos Aires, entre otras.
Ya son varias las movilizaciones convocadas en el puente que une la ciudad de Rosario con la ciudad entrerriana de Victoria en reclamos a los distintos Gobiernos Provinciales y al Gobierno Nacional. La respuesta a esto fue lamentarse frente a los medios de comunicación, pero en ningún momento cuestionan el negocio agro inmobiliario que se está desarrollando en las islas.
Hoy el fuego en las islas es combatido por los habitantes de las Islas y más de 200 voluntarios ambientalistas.
En lo que va del año en las Islas del Delta del Paraná se contabilizan más de 18.000 focos de incendios, lo que expresa comparado con años anteriores, el aumento de la avaricia capitalista. Lo poco que le importa el medio ambiente y las consecuencias de las quemas, como la salud humana, con población víctima del humo permanente en la ciudad de Rosario o la masacre en la fauna que genera, incluida la desaparición de animales que se encontraban en peligro de extinción.
“Un fuego que respeta la propiedad privada”
Hay un discurso común entre los Gobiernos Provinciales y Nacional al señalar por la responsabilidad de las quemas a “la irresponsabilidad humana”. En ningún momento hablan de responsabilidad empresarial, o sea, para el Gobierno es grave una persona que va a tomar mate a la isla, no un empresario que pretende utilizar la isla para poner 5000 cabezas de ganado o construir “countries” privados.
Lo más interesante es que la irresponsabilidad humana y el fuego incontrolable del que habla el Gobierno Nacional, ya lleva más de 100 mil hectáreas quemadas en la Argentina. Pero en ninguna de esas hectáreas vamos a encontrar que había plantaciones de soja, trigo o algún producto agropecuario. Es acá donde se ve claramente quiénes son los responsables de los incendios producidos en nuestro país y en toda Sudamérica, donde lo único que se prioriza es el incremento de las riquezas. Y al servicio de defender esas ganancias se encuentra el Gobierno.
Hay otra salida
Es hora de que quienes defendemos el derecho a una vida digna, sin depredación del medio ambiente, sin humo y sin glifosato, nos organicemos para dar vuelta esta situación, para que los responsables de los incendios dejen de ser impunes, para que utilicemos la tierra para sembrar los alimentos que necesitamos y para que el bolsillo de unos pocos y el mercado dejen de marcar los precios de los alimentos.
Necesitamos comenzar a construir esta alternativa en los barrios, fábricas, escuelas. Porque son los sectores más explotados y oprimidos de esta sociedad los únicos capaces de garantizar un futuro libre de contaminación.