Al aumento en la boleta de Luz, Gas y Agua, ahora tenemos que sumarle el del colectivo y el tren. El anuncio lo hizo el Ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, junto al Secretario General de la UTA, Roberto Fernández, y representantes de las Cámaras patronales del transporte.
A partir del 8 de abril, el boleto de colectivo, que antes valía entre $3 y $4,70 hasta los 27 kilómetros, vale entre $6 y $7. En el caso de los trenes depende el ramal, pero valen entre $2 y $6. Esto significa un aumento del 100% que va a ir directamente al bolsillo de los empresarios. A esto hay que agregarle el aumento del subte a partir de mayo que subirá de $4,50 a $7,50.
Las consecuencias
En la Ciudad de Buenos Aires, el 75% de los trabajadores operativos, conductores, operarios, etc. el 88 % de los obreros de la construcción y el 66% del personal doméstico llegan del Conurbano Bonaerense. La mayoría toma dos o tres medios de trasporte combinando, a veces tren y colectivo. Ello les implicaría a estos trabajadores destinar un mínimo de $700 o más por mes para trasladarse tomando un promedio de 20 días hábiles. (1)
La tarifa social es para jubilados o pensionados, personal de trabajo doméstico, ex combatientes o beneficiarios de ciertos planes sociales (Asignación Universal por Hijo, Asignación por Embarazo, Programas de Jefes y Jefas de Hogar y Plan Progresar). Se incorporaron también como beneficiarios a quienes presentan monotributo social y pensiones no contributivas, o pertenecen a los Planes “Argentina trabaja” y “Ellas hacen”. Significa un 55% de descuento para los beneficiarios. En números es de $2,70 para los colectivos y de $0,90 a $1,80 para los trenes, dependiendo del ramal. Los diarios anuncian que ya son cerca de 150.000 los beneficiarios. Quedan excluidas de ellos todos los trabajadores que cobren más de $7.500. Esto muestra lo limitado de esta medida que alcanza a poco más del 10% del total de pasajeros que viajan del Gran Buenos Aires a la Capital todos los días.
Además a los beneficiarios de esta tarifa también les aumentó el boleto más de un 50% pasando de pagar el mínimo de $1,80 a $2, 70 en colectivo, de $1,20 a $2 el tres y de $2,50 a $4,50 el subte.
Los trabajadores en blanco, en negro y/o precarizados, que cobran sueldos miserables de entre $7.000 u $8.000 deberán destinar por mes un 10% de su salario para trasladarse. Los jubilados que perciben algún peso más que la “mínima” no serán beneficiados con el boleto social y pagaran el 100%. Está quedando claro que la promesa de Macri de “pobreza cero” es una de las tantas mentiras de campaña para conseguir votos.
Según un estudio de INDECOM (Instituto de Estudios de Consumo Masivo), marzo presentó una inflación que alcanzó el 3,92 %. Además, los incrementos en las tarifas de gas, agua, transporte público y combustible previsto para abril, sumado a la suba ya aplicada sobre los costos de la electricidad, generarán pérdidas en los salarios de entre un 5,3 y un 15,4 %.
De esta manera, está “normalizando la economía” el gobierno de Macri. Para los trabajadores: tarifazo, despidos, protocolo anti piquetes y techos en las paritarias. Para las patronales: quitas de retenciones, subsidios, pago a los fondos buitre y ganancias que saldrán de nuestros bolsillos.
Cada vez queda más claro que la “revolución de la alegría”, que prometió durante su campaña, es para los empresarios, no para los trabajadores. ¡Vemos como se nos achica el sueldo frente al aumento de los precios! Mientras, seguimos viajando colgados de los trenes o apretados como ganado en los colectivos; porque si no subimos, llegamos tarde al trabajo corriendo el riesgo que nos despidan, o en el mejor de los casos perder el presentismo. A veces esperamos una hora a que pase un colectivo. Y aunque muchas veces nos enojamos con los choferes, este problema en la frecuencia es responsabilidad de las empresas, que prefieren dejar los coches guardados para ahorrar dinero, total los subsidios los cobran igual.
1) Diario Clarín – Dirección de Estadísticas y Censos de CABA – 08-04-2016.
Notas complementarias: