El lunes 17/9 hubo un nuevo ataque a la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP): la fiscal Celsa Ramírez solicitó el cambio de carátula de la organización sindical a “asociación ilícita” e imputó a siete metrodelegados por pertenecer a ella. Según la fiscal, el gremio tiene por único fin realizar prácticas ilegales.
Es una medida que no es de sorprender, ya que en el último tiempo la justicia ha venido atacando a los trabajadores del Subte de diferentes formas. Primero, le quitó la personería gremial a AGTSyP, imponiendo como único sindicato válido la UTA que es absolutamente minoritaria entre los trabajadores. Esto implicó el cierre de su cuenta bancaria para recibir los aportes. Luego, durante las medidas de fuerza que los trabajadores hicieron este año por paritarias, se suspendieron a más de 140 compañeros, se intentó despedir a un delegado de la Línea B y en una jornada de piquetes en la Línea H se llevaron presos a 16 trabajadores. Entre medio, la justicia actuaba restringiendo la posibilidad de AGTSyP de negociar y ordenando condiciones para no se hiciera ninguna medida de fuerza durante los meses en los que no se cerrara un acuerdo. Por eso, este nuevo ataque de declarar la organización como “asociación ilícita” no sorprende a nadie.
Durante todo este tiempo la justicia ha demostrado estar del lado del gobierno y de Metrovías. Por eso, la respuesta de AGTSyP debería ser rechazar rotundamente este intento y organizar a los trabajadores para hacer una defensa activa de su herramienta gremial. Lamentablemente, esta no es la política que está teniendo AGTSyP. Por el contrario, sólo organizó una conferencia de prensa por este tema y hace unas semanas firmó un acuerdo -sin consultar- que sólo reconoce al sindicato como interlocutor válido en las situaciones de conflicto y a costa de restringir el derecho a huelga de los trabajadores. De ahora en más deben avisar con 20 días de anticipación cualquier medida que se realice y la misma no puede afectar el servicio. Fue un acuerdo que no se ratificó con una asamblea general y del que ya nadie habla, porque rápidamente la conducción entró al terreno electoral con las pasadas elecciones de CTA y las adelantadas elecciones de comisión directiva de AGTSyP para noviembre.
¡El sindicato se defiende luchando!
Por eso, para revertir todos estos ataques no basta votar y con decir que cuando llegue el momento de salir a luchar el sindicato estará a la altura. Los ataques son constantes y hay que aprovechar el momento político en el que estamos para salir a pegarle todos juntos al gobierno de Macri hasta que se vaya y terminar con su plan de hambre para los trabajadores. Ya logramos una jornada y media de paro activo. Tenemos que continuarlo exigiéndoles a la CTAs y CGT un plan de lucha nacional. Esperar al 2019 para votar no es una alternativa para la mayoría de los trabajadores. Tampoco lo es para los trabajadores del Subte. La AGTSyP sólo se puede defender luchando.
Los delegados deberían recorrer las Líneas y contarles de estos problemas a todos los compañeros. Preparar una asamblea general y empezar a organizar la pelea.