Un programa para la mujer trabajadora

No hay ningún medio que cuando entreviste a los candidatos de la formula Macri/Picheto, o Fernández/Fernández, pregunte de qué manera piensan combatir la violencia hacia las mujeres o sobre la legalización del aborto. Y esto es así, porque ninguna fórmula quiere meterse en esos temas, calculando solo la cantidad de votos que podrían perder, y no en la cantidad de vidas de mujeres que se podrían salvar. Y también porque ninguno está dispuesto a romper con los grandes negociados que el aborto clandestino les reditúa o con las grandes empresas que nos exprimen más y mejor sometiendo a las trabajadoras a condiciones de trabajo de mayor explotación. Desde el PSTU ponemos nuestras candidaturas al servicio de denunciar los grandes negociados que existen detrás del aborto clandestino y por eso decimos que no es posible “unir pañuelos”, así como también para defender a las trabajadoras y las mujeres pobres ante la falta de educación y salud pública, contra los planes de ajuste y miseria. Por la defensa de las condiciones de vida de la familia obrera, ponemos nuestro programa al servicio de esa tarea en estas elecciones, ante cualquier variante electoral que prioriza los intereses de los patrones y no la vida del pueblo trabajador.

Por eso, en estas PASO necesitamos discutir estas propuestas entre todas las mujeres del pueblo trabajador, estudiantes y con nuestros compañeros en cada fabrica, escuela, centro de estudiantes o sindicato, para poder pelear todos juntos por una salida donde las mujeres estemos en igualdad de condiciones para luchar por un mundo de iguales.

Las mujeres trabajadoras necesitamos mejores condiciones de vida

Por Soledad Llop, candidata a Senadora por la segunda seccion de Buenos Aires

Queremos que se termine con la doble o triple jornada laboral a la que somos expuestas las mujeres cuando salimos de nuestros lugares de trabajos y continuamos con los quehaceres domésticos no remunerados. Decimos basta a la desigualdad salarial del 27% que rebaja los salarios de todos los trabajadores. En los convenios, pedimos tener las categorías que nos corresponden. Exigimos: IGUAL TRABAJO, IGUAL SALARIO.

Nuestros reclamos deben estar incluidos en los puntos de los paros generales y planes de lucha de los sindicatos. Somos la mitad de la clase trabajadora. Y somos el doble de los desocupados (19%, mientras que los varones 10%). Ya hemos dado sobradas muestra de los que las mujeres trabajadoras podemos hacer juntas y organizadas. Necesitamos NUEVAS DIRECCIONES SINDICALES Y DE LUCHA que tomen nuestros reclamos y lleven adelante un plan de lucha para lograrlos.

 

Basta de violencia machista

Por Carolina Defilippi, candidata a Diputada Nacional por Mendoza

Las condiciones de vida de la clase trabajadora empeoran cada vez más y como consecuencia de ello se incrementa la violencia contra las mujeres pobres. Las cifras de femicidios son alarmantes, muriendo una mujer cada 24 hs producto de la violencia machista y en muchos casos dejando a niñes sin sus madres.

El presupuesto miserable ($11 por mujer por dia) destinado por el gobierno de Macri y sus opositores cómplices (FF, Lavagna, etc) para «combatir» la violencia contra las mujeres, hace que las mismas no cuenten con los recursos necesarios para defenderse de esta problemática. Asimismo se abandona a les hijes de las víctimas negándoles el mínimo derecho a percibir un subsidio para hacer frente a la difícil situación que padecen.

●        Plan de Emergencia Nacional contra la violencia machista.

●        Entrenamiento y organización de la autodefensa de las mujeres por parte de sindicatos y centros de estudiantes.

●        Refugios para los casos de violencia doméstica.

●        Subsidios para hijes de víctimas de femicidios, iguales a la Canasta Familiar.

●        Presupuesto para combatir la violencia machista, No al pago de la Deuda Externa. Fuera el FMI y demás especuladores.

Por el derecho a elegir el momento de la maternidad

Por Isabel “Chiche” Morales, candidata a Diputada Nacional por la Provincia de Buenos Aires

En 2018 el Senado nos negó a las mujeres la IVE. No es casual, pues allí los partidos patronales son mayoría. Las direcciones del Movimiento de Mujeres, Campaña por el Derecho al Aborto y Ni Una Menos, (referenciadas en su mayoría en los K) nos dijeron a las cientos de miles que acampamos fuera del Congreso que en 2019 debíamos presentar de nuevo el proyecto. Pero este año, Cristina unió pañuelos verdes y celestes, porque la vida de las mujeres pobres y trabajadoras, no es prioridad. Teniendo en sus listas incluso a Grabois, representante del Vaticano, y demás variantes evangelistas.

Creemos que es muy importante respetar las opiniones y creencias religiosas de las laburantes, así como también es una obligación luchar por defender su vida y la de su familia. El aborto clandestino golpea las casas obreras a diario y todas conocemos a muchas mujeres que deben recurrir a las “matronas” de los barrios para que no las echen del laburo por estar embarazadas o sabemos que las pibas buscan teléfonos pegados en los postes de luz para que las “ayuden” con el embarazo no deseado.

La discusión sobre poder decidir el momento de la maternidad implica varias cuestiones. Por ejemplo, no tener temor por la pérdida del empleo o a sufrir descuentos salariales, o la falta de licencias extensas por paternidad. Aún no está garantizado como derecho elemental que una trabajadora pueda decidir si quiere ser madre. Tampoco está incluido en las paritarias o en los pliegos de reivindicaciones gremiales o estudiantiles.

Nuestro derecho a elegir el momento de la maternidad no puede regirse por una institución que protege a violadores y abusadores, como la Iglesia. Y que además, defiende los intereses de las grandes corporaciones farmacéuticas y clínicas abortistas que lucran con la clandestinidad.

¡Basta de mujeres pobres presas o muertas por abortos clandestinos e inseguros! 

●        Prioridad en el empleo para las jefas de hogar.

●        Licencia por maternidad con un mínimo de seis meses. Licencias por paternidad.

●        Permisos y días pagos para la atención de hijos enfermos para madres y padres trabajadores.

●        Hora y sala de lactancia en los lugares de trabajo y extensión del periodo hasta 2 años mínimo.

●        Guarderías y jardines maternales estatales y/o gratuitos en los lugares de trabajo, estudio y barrios obreros.

●        Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal, seguro y gratuito para no morir.

●        Separación de la Iglesia, del Estado.

¿Por qué las mujeres necesitamos una revolución obrera y socialista?

Por Secretaria de Mujeres, PSTU

Para terminar todas estas situaciones injustas, que nos hacen mal y nos matan cada día, las mujeres necesitamos, como primer medida urgente, que el gobierno deje de pagar la deuda externa. Sólo no pagando y destinando esa plata a un plan de emergencia nacional por las mujeres es que podremos mejorar un poco nuestra situación. Y en esto todos los candidatos fueron categóricos: todos proponen seguir pagando y acordando con el FMI, menos el FIT-UNIDAD. Es la única lista que tiene como programa no pagar más esa deuda que sólo viene a hundir a los trabajadores y el pueblo cada vez más. Por eso, llamamos a todas las mujeres a votar a nuestras candidatas y candidatos en las PASO.

Sin embargo, desde el PSTU somos claros y decimos sin miedo que no confiamos en las elecciones como forma de cambiar nuestra situación de fondo. Las mujeres no sólo necesitamos votar candidatas mujeres, jóvenes y trabajadores y luchar por cada una de nuestras reivindicaciones concretas. Necesitamos cambiar el sistema de fondo y construir una sociedad donde las mujeres no seamos oprimidas y explotadas para provecho de unos pocos. Porque el machismo permite a los patrones explotarnos más a nosotras, pagándonos menos o despidiéndonos cuando necesitan. Esa es la verdadera razón por la que existe y se mantiene esta idea falsa de que las mujeres somos inferiores.

Pero además les sirve a los gobiernos y empresarios por otra razón muy importante: el machismo también se mete entre los trabajadores para dividirnos. Nuestros compañeros no sufren en carne propia todo lo que pasamos nosotras y la falsa idea de que nosotras somos “inferiores” o “menos capaces para la política” los hace creer que no nos necesitan para organizarse y luchar por una revolución socialista.

Desde el PSTU pensamos todo lo contrario. La revolución socialista que necesitamos sólo puede ser posible si las mujeres trabajadoras nos unimos a nuestros compañeros en una gran rebelión que elimine la propiedad privada y ponga en manos de quienes trabajamos el gobierno y todas las empresas. Por eso, llamamos a todas las compañeras a organizarse y luchar. Participar de los sindicatos, secretarías de mujeres, de Lucha Mujer y de nuestro partido, el PSTU. La única forma de lograr “un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres” es si los explotados nos unimos y arrancamos de conjunto este sistema de raíz para construir uno nuevo donde podamos terminar en serio con la opresión de las mujeres y crear relaciones más igualitarias.