Hay en marcha un brutal ataque contra los trabajadores y sectores populares para que paguemos las consecuencias de la crisis. Techos salariales; inflación; Impuesto a las Ganancias; devaluación; despidos y suspensiones; salario mínimo y jubilaciones por debajo de la línea de pobreza; Ley Antiterrorista, Proyecto X y judicialización de 6000 luchadores; y una lista que podría ocupar toda la página mientras se sigue pagando la deuda externa a los buitres y el FMI.
Por otro lado, los que aparecen como opositores al gobierno tienen el mismo plan para ofrecernos: más devaluación, más ajuste y represión. Todos desfilaron por el país del norte para presentar su plan de gobierno y que los yanquis les aprueben su candidatura.
Pero este duro ataque a los trabajadores comenzó a tener el rechazo de millones que buscan una alternativa y miles de trabajadores salen en todo el país a enfrentar este ajuste, como vimos este año con las luchas más notorias e importantes de los aceiteros y la Línea 60.
Existe un proceso donde muchos trabajadores están rompiendo con el peronismo, con el kirchnerismo, o donde nuevas generaciones obreras post 2001 buscan una opción nueva a aquello que encuentran en los sindicatos, los lugares de trabajo y los barrios.
Esta ruptura con el gobierno se expresó en el plano electoral con el crecimiento del FIT desde 2011, y en la reorganización de muchos luchadores en sus lugares de trabajo, con la presencia de referentes importantes de izquierda en comisiones internas, seccionales, cuerpos de delegados, etc. contra las burocracias sindicales que llaman a votar a variantes patronales.
La gran oportunidad
Las PASO de agosto pusieron al Frente de Izquierda y de los Trabajadores ante una gran oportunidad de consolidarse como la alternativa de todos aquellos que están dispuestos a enfrentar el ajuste y buscan una salida de clase frente al gobierno y los candidatos patronales.
El resultado de agosto casi duplicó el resultado que el FIT había obtenido en las presidenciales de 2011, llegando este año a 720 mil votos aproximadamente. De cara a las elecciones generales de octubre, se presenta un escenario donde el FIT es la única alternativa por izquierda, lo que plantea la expectativa de seguir creciendo en cantidad de votos y llegar al millón.
Sin embargo, sería equivocado valorar al FIT y la oportunidad que tiene solo por el caudal electoral y los parlamentarios que pudiese volver a conseguir, algo que sin duda es muy importante.
La verdadera oportunidad del FIT es que miles de organizaciones, sindicatos, comisiones internas y compañeros luchadores tomen en sus manos al FIT como una herramienta para llevar a sus lugares de estudio, trabajo, etc. su programa y organizarse alrededor de él para llevar adelante la campaña electoral y enfrentar el ajuste.
Es necesario cambiar el rumbo
Ante este escenario, los partidos que dirigen el FIT (PO, PTS, e IS) decidieron, equivocadamente, dirimir sus diferencias yendo a internas en las PASO recientes.
Pasadas las PASO, vemos con mucha preocupación que no solo no se avanzó en una declaración programática común, si no que continúan dedicándose largas páginas a “pasarse factura” por haber ido a internas.
Tampoco ha habido ninguna convocatoria a aquellas organizaciones, partidos, comisiones internas, delegados combativos, etc. que venimos llevando adelante la campaña por el FIT o están dispuestos a llevarla. Los métodos de toma de decisiones o las instancias para organizar la campaña se reducen tan solo a los tres partidos con legalidad del FIT (PTS, PO, IS), priorizando mantener un “status quo” donde lo único que cambió fue el orden de las candidaturas que arrojaron los resultados de las PASO.
Cambiar este rumbo es vital para no perder la confianza que miles de jóvenes en las fábricas y en los barrios depositan en el FIT.
¡Vamos por una gran campaña unitaria!
Por eso, para realmente renovar y fortalecer al FIT hace falta dejar de lado las mezquindades y peleas de aparatos.
Luego de las elecciones de agosto, en las que se impuso con una muy buena elección la lista interna “Renovar y Fortalecer el Frente”, encabezada por el PTS, y de donde surge una única lista de cara a octubre, la oportunidad que tenemos todos los partidos que componemos el FIT es la de confluir en una campaña unitaria.
Esta es una necesidad de todos los que se reivindican obreros y luchadores, ya que el programa del FIT es la única alternativa de y para los trabajadores que da una salida de fondo a la crisis económica.
Es necesario hacer un llamado amplio y convocar a todas las organizaciones, agrupaciones sindicales, delegados, comisiones internas que enfrentan el ajuste y están dispuestos a hacer la campaña por dicho programa, incluso convocando a aquellos partidos que no lograron superar el piso proscriptivo de las PASO.
Para eso tenemos que poner en pie comités de apoyo en cada lugar de trabajo y estudio para impulsar y organizar el apoyo a la candidatura de Del Caño, para salir a la calle y llegar a cada lucha, cada marcha de protesta, cada barrio y escuela de manera unificada, organizando a todo aquel compañero que quiera sumarse a la campaña electoral, así sea pasando un volante, haciendo una pintada o ayudándonos a fiscalizar para cuidar que no nos roben los votos.
De esta manera estaremos multiplicando nuestras fuerzas para no solo superar el millón de votos, si no también para organizar a millones alrededor de un programa obrero para enfrentar el ajuste y salir de la crisis, que solo un gobierno de los trabajadores es capaz de lograrlo.
Al servicio de esta tarea tomamos la candidatura de Del Caño a presidente, así como las de gobernador en cada provincia y demás cargos ejecutivos y legislativos, para que el FIT marche unido junto a todos aquellos sectores que defiendan su programa.