El pasado jueves 12 de mayo, más de 30 mil estudiantes y trabajadores de la educación de todo el país llenamos las calles de Buenos Aires en defensa de la educación pública. La marcha convocada por 5 gremios docentes universitarios y las federaciones estudiantiles demostró la voluntad de lucha de la juventud, unidos a los trabajadores de la educación. Rompió todos los esquemas, una marcha de estas características no se ve hace 15 años en nuestro país. Después de varias movilizaciones en diversos puntos del país por el boleto educativo, la lucha por la educación toma más y más fuerza.
Días atrás, importantes facultades de la UBA como Filosofía y Letras o Sociales fueron tomadas para acompañar el reclamo. Seguramente viste por las redes sociales, o en vivo y en directo, cómo las clases públicas en el paro docente colmaron las calles, las estaciones de subte y de tren. Ni el adelantado invierno nos hizo doblegar. La bronca se comenzó a expresar en las universidades del conurbano bonaerense, así es que en la UNLaM (Universidad Nacional de La Matanza) la Liga Federal que mantiene un centro ligado a lo más rancio del peronismo hace más de dos décadas, llamó a movilizar el 12. Importantes movilizaciones se dieron también en Neuquén, Comodoro Rivadavia, Córdoba, Rosario, entre otras. En la movilización en Capital Federal, estuvieron presentes estudiantes de la Patagonia, Córdoba, La Plata y otros puntos del país. El estudiantazo comienza a tomar forma.
Divide y Reinarás
El gobierno de Mauricio Macri sigue en su cruzada anti-educativa. Las miserables partidas presupuestarias de emergencia (500 millones a nivel nacional) son insuficientes para solucionar la crisis. El acuerdo paritario ofrecido a nuestros docentes el mismo jueves luego de la masiva movilización, fue de un 33%. Claro, pero esto otorgado en cómodas cuotas. Para cuando llegue diciembre, al sueldo ya se lo comió la inflación. Los docentes necesitan romper el techo que quiere imponer el gobierno, los estudiantes necesitamos del boleto educativo gratuito para poder continuar nuestros estudios, y la comunidad educativa en su conjunto necesita de un presupuesto que nos asegure una educación pública, gratuita y de calidad. Esa plata el gobierno la tiene, pero la destina a los buitres de la deuda externa, para volver a los organismos internacionales. Quienes paradójicamente son los que nos impusieron, por ejemplo, la Ley de Educación Superior que plantea la educación como un servicio y no un derecho.
Es por todo esto que el enfrentamiento al ajuste de Macri se debe dar con la más amplia unidad. Por eso fue criminal la división de la marcha del 12, que ya había tenido sus antecedentes en las movilizaciones por el boleto. El kirchnerismo, como sigue a Cristina y su “Frente Ciudadano”, no quiso enfrentar al gobierno en la Plaza de Mayo, y se quedó en Pizzurno, debilitando en los hechos la movilización. La izquierda, que dirige varias federaciones estudiantiles y está presente también en gremios docentes, principalmente en AGD, se vanaglorió de esta situación y vitoreó en la Plaza de mayo por esta división. Tanto la decisión de no querer enfrentar al gobierno, como el festejo de la división son políticas que debilitan nuestra lucha. Necesitamos la más amplia unidad para arrancarle al gobierno nuestras reivindicaciones. Y para eso, necesitamos de toda la fuerza posible.
Notas complementarias: