other

Una razón más para luchar por el fin de la ocupación israelí

“Un soldado Israelí me pateó y me dijo: Te mereces ser violada antes de que tengas hijos terroristas” . Rafeef Ziadah (Poeta Palestina)

 

Bombardeos, genocidio, pobreza, violencia y ocupación son palabras que resumen el feroz ataque de Israel sobre la Franja de Gaza, y es que se trata de una disputa política y económica sobre las tierras en Medio Oriente. Desde la creación del Estado de Israel (1948) hasta el día de hoy, el pueblo palestino sufre las consecuencias de un imperialismo que pretende llevar a cabo sus planes económicos y políticos a costa de borrar la historia y la memoria de los palestinos.

Palestina, tiene nombre de Mujer

Lo que está pasando hoy: más de 1.800 muertos, entre ellos 400 niños, y 8.900 heridos1, 300 mil expulsados, son las cifras que delatan que no se trata de una guerra, sino un genocidio. Entre tanto escombro, polvo y bombas quedan las secuelas de aquellos que sobreviven. Las madres sin sus hijos, los hijos sin sus familias. Es que no hay mujer en Gaza o Cisjordania que no tenga en su familia hijos o marido que no estén en prisión o hayan fallecido.2 Si vivir bajo un régimen sionista donde las libertades para el pueblo palestino no existen es una situación dura y difícil, esa situación se agrava aún más siendo mujer. Ante una cultura totalmente machista como la que se ejerce en Medio Oriente, la mujer tiene una doble batalla. La gran mayoría de ellas se han convertido en el sostén de la familia desde el cuidado de niños, ancianos y la casa, hasta en lo económico. La situación de pobreza (67%) es extrema, se agrava aun mas día a día así como también el desempleo (40%) poniendo a las mujeres en un callejón sin salida donde muchas son obligadas hasta por los propios maridos a prostituirse para traer un poco de comida a sus casas. El poco empleo digno que existe, es muy difícil de conseguirlo, ya que deben cruzar cientos de controles y caminar kilómetros de muro que separan a la población, e incluso su propia familia. Si están presas la situación no es menos penosa, maltratadas, humilladas, torturadas hasta violadas por los soldados israelíes, sufren una desnutrición que deriva, si están embarazadas, en la pérdida del bebé, y si logran tenerlo, es en condiciones de salud e higiene inexistentes, e inmediatamente se las vuelve a encadenar. Denuncian que viven en condiciones extremas debido al hacinamiento en celdas, escasez de comida, falta de luz e higiene y una comunicación limitada con el exterior ya que sólo pueden enviar cartas a través de la Cruz Roja después de ser revisadas por oficiales israelíes3.  Las que están “libres” viven días largos y agobiantes, y cuando llega la noche a la prisión de cielo abierto, sus ojos se iluminan con la luz de una estrella fugaz (simplemente sea mejor decirle eso a sus hijos), mientras escuchan las bombas caer. Con la luz del día, entre escombros y sangre buscarán una vez más si ha quedado vivo alguno de sus sueños.

Por una Palestina Única, Democrática, Laica y No racista!

La situación de la mujer Palestina bajo el dominio de Israel, no es muy diferente de la que pasaron las mujeres judías en los campos de concentración nazis. Es imposible pensar que las mujeres palestinas puedan conquistar sus derechos sino se termina con la ocupación Israelí, sino se destruye completamente ese Estado asesino. Para eso es necesaria la unidad del pueblo palestino, hombres y mujeres que de conjunto puedan dar una pelea organizada para derrotar al ejército israelí e imponer una Palestina Única, Democrática, Laica y No racista donde las mujeres y el conjunto del pueblo estén en mejores condiciones para conquistar sus derechos.

Como dijo Rafeef Ziadah “Esta mujer que habita dentro de mí, sólo te traerá tu próximo rebelde, ella levará una piedra en una mano, y la bandera Palestina en la otra…”
Notas:
1 http://www.emol.com/noticias/internacional/2014/08/02/673026/las-cifras-delconflicto-en-gaza-1800- palestinos-y- 63-soldados-
israelies-muertos.html
2 3 http://blogs.elpais.com/mujeres/2012/02/palestina-mujeres-en-depresi%C3%B3n.html