El Tribunal de Casación Federal de Argentina resolvió ratificar las condenas a los imputados del 18 de diciembre del 2017 por manifestarse contra la Reforma Previsional del Gobierno de Mauricio Macri y defenderse de la represión policial.
No es la primera vez ni será la última que el Estado capitalista y los gobiernos intenten callar la protesta social utilizando los tribunales. Hoy en la gran mayoría de los países donde existe una «democracia burguesa» tanto las represiones, los encarcelamientos y hostigamientos son orquestados y avalados por el Poder Judicial, el que además realiza todo tipo de juicios arbitrarios contra las luchadoras y los luchadores obreros y populares.
Podemos citar un artículo de Félix Morrow de 1939 donde escribió lo siguiente sobre la situación en EE.UU. :
«Cuando los trabajadores comenzaron a rebelarse contra la esclavitud de la tienda abierta en las décadas de 1870 y 1880, los tribunales acudieron rápidamente en ayuda de los patrones. El primer uso extensivo en disputas laborales de cargos criminales como “incitación a disturbios”, “obstrucción de las calles”, “intimidación” y “allanamiento de morada” data de este período. «Las condenas eran frecuentes y las penas a menudo severas». El uso de fraudes criminales alcanzó un punto culminante en las condenas por asesinato y las ejecuciones de los mártires de Chicago en 1886.
Pero tales acusaciones penales ordinarias no fueron suficientes para frenar el creciente movimiento sindical. Los jueces dispuestos procedieron a inventar armas más complejas y efectivas. Porque, por supuesto, los patrones no buscaban prevenir la violencia, sino prevenir huelgas, piquetes y boicots. Dado que el derecho de sindicalización y huelga ya estaba reconocido, los jueces tenían el problema de admitir la legalidad del sindicalismo mientras proscribían la esencia misma del sindicalismo. Lo hicieron mediante una serie de ingeniosos inventos» (1)
Una larga lucha contra el encarcelamiento
Los prisioneros por luchar contra el capital han sido la esencia revolucionaria del movimiento obrero mundial. Así lo tomaban todas las corrientes políticas y sindicales de la clase obrera, y por ello la solidaridad activa sin importar la ideología o el accionar de cada preso o perseguido por el Estado nunca estaba en discusión. Ante eso, tanto ser prófugo de la Justicia capitalista, no someterse a derecho o directamente escaparse de las cárceles eran métodos válidos incluso en la actualidad. No olvidemos que dicho accionar era aplicado tanto en la Rusia de la Autocracia Zarista como en la «Democracia» de Estados Unidos.
Algunos ejemplos de guía cuando no hay garantías judiciales
Quizás uno de los casos más recordados es el de los bolcheviques en medio del proceso revolucionario en Rusia en 1917, cuando arrestaron a varios, entre ellos Trotsky y Lenin, quienes se pusieron en fuga. No era la primera vez que lo hacían, siendo memorables las historias de sus fugas de las prisiones de Siberia desde principios de 1900.
También el dirigente sindical Bill Haywood fue acusado falsamente por la Justicia estadounidense de asesinato. Estuvo preso y con diferentes juicios “farsa”, y en 1918 fue condenado a 14 años de prisión junto a otros 100 sindicalistas. Estando preso logró una excarcelación bajo fianza en 1921 para revisar su condena y en las semanas previas de la audiencia de casación, Bill se fugó y se instaló en la Unión Soviética que lo recibió como un héroe de la clase.
En principios de 1960 en Perú se inició una gran lucha campesina, su principal dirigente, Hugo Blanco, fue perseguido durante mucho tiempo.
«Cuando el gobierno militar de Pérez Godoy y Lindley López han reprimido a campesinos y perseguido a los líderes, los sindicatos campesinos han decidido defenderse, por ello han elegido a Hugo Blanco como organizador de la autodefensa armada, más preciso ha sido el sindicato campesino de Chaupimayo que ha tomado la decisión de defenderse con las armas» (2)
Sin embargo Hugo Blanco no se entregó, apeló a la base campesina para que le diera refugio y siempre había una cama disponible en cada casa «por si hoy llega Hugo Blanco» y la necesita.
Ahora se entiende la persecución por el accionar del 18D
Una de las principales razones del hostigamiento al PSTU es su actitud ante la acción directa de masas más importante de los últimos años, no solo de estar en la primera línea y reivindicar lo actuado, sino su postura ante la Justicia. La acción de no someterse a derecho y a pro fugarse cuando no hay garantías, como quedó corroborado en el juicio “farsa” que hicieron y las condenas que impusieron, tratar de castigar a quienes recuperan esa tradición obrera contra el Estado capitalista, les resulta imperdonable. Por ello a 6 años de los hechos no pueden permitir que quede un precedente. Es de vital importancia repudiarlo.
El PSTU y la LIT-CI estamos orgullosos del camino emprendido y las enseñanzas que con aciertos y errores servirán a las nuevas camadas de luchadores y luchadoras. En próximas entregas explicaremos sobre nuestra actuación dentro de las cárceles y nuestro rol en el juicio utilizándolo como tribuna revolucionaria.
Más que nunca, se impone exigir la absolución de todos los condenados del 18D y la libertad de todos los presos políticos en una campaña nacional e internacional.
¡Luchar no es delito!
1. De Socialist Appeal 11 de abril de 1939
2. Resumen Latinoamericano 25 junio, 2020