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Unidad y coordinación para frenar los ataques y la represión

Hace días en Salta, docentes  y personal de la Salud salieron a luchar por salario igual a la canasta familiar al básico, 82% móvil para jubilados, presupuesto y despenalización de los docentes con causas.

La pelea salió desde abajo, se fueron coordinando y formaron Autoconvocados de Educación y Salud.

El gobierno de Gustavo Sáenz, del FdT y afín a Sergio Massa, reprimió con gases y balas de goma. La respuesta fue un fuerte paro provincial y una enorme movilización en varias ciudades de la provincia, con marchas de 20 cuadras en la capital.

Pocos días después, en Jujuy, en el marco de un paro docente de varios días, el radical Gerardo Morales, de Juntos por el Cambio (JxC), reprimió las movilizaciones, impidiendo a los maestros llegar a la capital provincial.

Los docentes se autoconvocaron por miles ante el Ministerio de Educación el viernes 7, en el marco de la lucha conjunta de varios gremios (estatales, municipales, bancarios, etc.).

Morales, en plena campaña electoral, impuso un Decreto contra todo trabajador estatal que marche, exponiéndolo a cesantías e inhabilitación para ejercer cargos públicos en una provincia donde hay muy poco empleo privado. Mientras prepara una Reforma Constitucional que recorta gravemente las libertades democráticas.

Salta y Jujuy, dos provincias vecinas en espejo, gobernadas por partidos opuestos que se enfrentan en las próximas elecciones, que ajustan a los trabajadores y reprimen del mismo modo, más preocupados por entregar los recursos mineros como el litio a las multinacionales y grandes empresas en un marco de corrupción.

Gobierne quien gobierne, lo hacen contra los trabajadores y el pueblo.

La crisis económica y política alimenta la bronca

Mientras Sergio Massa viaja desde EEUU a China mendigando ayuda, crece el riesgo de nuevas corridas cambiarias  frente a los vencimientos con el FMI, con reservas casi agotadas en el Banco Central.  La inflación no baja del 7 u 8% mensual. No saben para dónde agarrar.

Esto provoca una crisis creciente en las alianzas políticas. El peronismo no tiene un candidato creíble para presentar, y se fragmenta cada día más. Los candidatos de Juntos por el Cambio no dejan de pelearse. Javier Milei sigue prometiendo un plan económico y político de ultraderecha.

El pueblo trabajador mira la campaña electoral con gran desconfianza y sin expectativas.

A poco de las elecciones, no logran imponer el “clima”. Nadie confía en que el próximo gobierno traerá las soluciones que necesitamos

Los trabajadores resisten

Hay amenazas de paro de varios gremios, como los ferroviarios, por la reapertura de las paritarias. Los dirigentes traidores probablemente levantarán a cambio de una mesa de negociación donde los salarios volverán a perder ante la  inflación.

Sin embargo, aunque aún no logren centralizarse, se multiplican las luchas por provincia y por sector.

Hay protestas docentes en Chubut, Neuquén, Santa Cruz, Tierra del Fuego, San Juan, La Rioja, Misiones, Jujuy, Provincia de Buenos Aires y CABA. En muchos casos, en unidad con otros estatales.

En CABA se movilizaron auxiliares de educación por sus condiciones de trabajo. Los trabajadores del Subte pararon todas las líneas. En diversas fábricas se enfrentan los despidos, como en metalúrgicos, o los ataques como en el Neumático.  

Los casos de Salta y Jujuy pueden ser un síntoma: muchas veces las peleas obreras comienzan en las provincias de la periferia y se proyectan hacia el centro del país.

La autoorganización, las convocatorias por fuera de los sindicatos que se están viendo, también pueden ser una señal. La traición de las dirigencias sindicales y sus pactos con el Gobierno obligan a superar los marcos institucionales de los sindicatos y la legalidad ministerial.

Unir y centralizar las luchas

La tarea es apoyar las luchas que se dan, coordinarlas y centralizarlas en acciones comunes conjuntas. Reclamar paros y planes de lucha provinciales o regionales. Y no esperar a que las direcciones traidoras los convoquen, sino salir a organizarnos desde abajo. Preparando y organizando la pelea, la extensión y la búsqueda de apoyo, la defensa de las marchas y acciones contra la represión.

No podemos dar tregua hasta las elecciones. Tenemos que enfrentar los planes de las patronales, los gobiernos y el FMI.

Aprovechar la campaña para organizarnos y debatir una salida obrera

Los socialistas del PSTU pondremos todas nuestras fuerzas para apoyar y unir las luchas. Y también propondremos el voto al FIT-U, como una herramienta electoral para castigar a todos los partidos patronales que nos atacan. Será una campaña para luchar, y para debatir la única salida obrera y socialista para el país, enfrentada a los candidatos del FMI. Un cambio total, que expropie a los grades empresarios nacionales y multinacionales, por una Argentina Socialista, sin FMI ni capitalistas.