Una de las primeras medidas del macrismo fue otorgarle a los capos sindicales 26 mil millones de pesos como pago de la deuda con las obras sociales. Un viejo reclamo que le fue dado a cambio de abandonar a sus representados ante los ataques del nuevo plan.
Miles de despidos, tarifazos, aumento desenfrenado de los precios, techos salariales, etc. Esas son las noticias que cada trabajador ve a diario sin que los “jefes” sindicales hagan nada. En nombre de la “gobernabilidad”, nos están entregando de pies y manos. Hacen alguna declaración, pero dejan correr el plan del gobierno y las patronales, llegando incluso a justificar el ajuste.
Y para contener los posibles “desbordes”, hoy avanzan en la unificación de la CGT. Se habla de un Congreso normalizador para agosto. Esta unificación por arriba, sin consultar a nadie por la base, no está al servicio de impulsar la pelea, sino al servicio de defenderse ellos mismos y poder controlar mejor a los trabajadores. Es una unificación al servicio del pacto social que haga pasar el ajuste
Incluso el anuncio del acto en el monumento al trabajador del próximo 29 de abril, que tuvo que reconocer el problema de los despidos, tiene el objetivo de descomprimir y evitar la convocatoria al paro nacional que hace falta para enfrentar las medidas anti obreras e iniciar un plan de lucha por la reincorporación de los despedidos, por aumento general de salarios y el cese del cobro del Impuesto a las Ganancias
Por esto, desde los sectores combativos y antiburocráticos de los trabajadores debemos seguir impulsando y coordinando las luchas por abajo, exigiendo y preparando la convocatoria al paro general y los piquetes que necesitamos para enfrentar el plan económico. Porque los trabajadores no tenemos nada que ver con el pago a los fondos buitres, no nos sentamos a comer en la misma mesa con Obama, ni nos olvidamos de nuestras Islas Malvinas (ver página 15) . Nosotros no nos vendemos, ni nos arrodillamos a cambio de las migajas que los patrones nos dan para que ellos amasen millonarias fortunas. No queremos ser cómplices de los capitales que nos saquean mientras nos hunden en el hambre y la miseria.
Como la historia ya lo demostró, esta lucha se hará “con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes”, y es al calor de esta lucha que surgirá la nueva dirección obrera que necesitamos para derrotar el plan de Macri y las patronales.