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Unir las luchas para enfrentar el plan de Macri

Ya han pasado los famosos primeros 100 días de gobierno de Mauricio Macri. Sólo basta ir al mercado a comprar lo que necesitamos para saber cómo el nuevo plan del gobierno comienza a golpear a las familias obreras y populares.
Encima ahora anuncian tarifazos en el transporte, en el agua, en el gas, suben la nafta y los abonos de telefonía celular.
No hay que ser economista para darse cuenta que este nuevo plan económico está hecho a la medida de los grandes empresarios, de las multinacionales y los bancos. La liberación de las importaciones y del dólar sólo beneficia a los grupos económicos que pueden exportar. Los trabajadores ya tenemos experiencia con el verso de que los empresarios deben ganar mucho para luego repartir las ganancias. Siempre fue igual, ellos ganan cuando nosotros perdemos y eso está cada vez más claro.
Digan lo que digan, es innegable que hoy la devaluación y la inflación pegaron fuerte en la economía de los trabajadores.Ya tenemos más de 100 mil despidos de empleados estatales y privados, sólo si tomamos a los trabajadores registrados. Ni que hablar de los trabajadores en negro, que son los primeros en pagar la cuenta ante cada crisis.
Y a su vez, como si fuera una paradoja, en el año en que se cumplen los 200 años de nuestra independencia el Congreso acaba de votar las leyes que nos someten aún más de lo que estamos y endeudan a nuestros hijos para pagarle a los buitres. El FPV que apoyó a Scioli le dio los votos necesarios al macrismo para consumar la entrega. Y una vez más queda demostrado que la única salida para cortar las cadenas que nos atan con el imperialismo y poder dar trabajo, salud, vivienda y educación a nuestras familias es NO pagando ni un peso a la estafa de la deuda externa.(Ver páginas centrales).
Todo esto se combina con un claro salto en la política de represión a las luchas. Hoy las fuerzas represivas se sienten más cómodas con este gobierno, hay más aprietes policiales en las calles y nos quieren imponer el protocolo anti piquetes para detener la protesta social que los enfrenta.

Las jornadas del 24 de Marzo demostraron que hay fuerza para luchar

Pero así como avanza la ofensiva patronal, también lentamente van creciendo los procesos de resistencia contra los ataques.
Hoy luchan los docentes de Santiago del Estero, los de Santa Cruz, los petroleros de la Patagonia, los estatales y metalúrgicos de Tierra del fuego, los de la Uocra de Atucha en Zárate, los médicos de la Cicop, y un largo etcétera.
El próximo 4 de Abril hay convocado por la Ctera un paro nacional docente que será acatado en forma masiva (ver página 10) y ATE anunció que hará un paro nacional a mediados de abril.
Si hoy no hay una gran lucha nacional es por la responsabilidad de las direcciones sindicales de las CGTs y las CTAs que no unifican las luchas y/o sostienen un pacto escandaloso con el Gobierno y las patronales (Ver recuadro).
Porque si algo demostraron las multitudinarias jornadas de protesta del pasado 24 de Marzo que se llevaron a cabo a lo largo y a lo ancho del país es la predisposición de lucha de los trabajadores y el pueblo argentino para ponerle un freno a este Gobierno. Ya algo se había insinuado en las jornadas de estatales del mes pasado en Plaza de Mayo.
Las plazas del 24 de Marzo demostraron que los argentinos seguimos reivindicando la lucha por los DDHH y pese a los intentos no olvidamos, no perdonamos ni nos reconciliamos. Y a su vez, en esta oportunidad esto se combinó con el repudio a la llegada de Obama al país. No podía ser de otro modo, porque las causas políticas y económicas del golpe militar de 1976 son justamente coincidentes con los intereses que defiende Macri al servicio del mismo amo imperialista que propició el genocidio 40 años atrás. (ver página 3).

Las conducciones nos condenan a defendernos lugar por lugar, a esperar que nos llegue a nosotros para recién levantar la cabeza. Pero eso es una trampa. Le echan la culpa “a la gente” de lo que ellos están dejando correr. Se trata de un plan económico global del Gobierno y las patronales. Acá no se puede salvar nadie solo. Hay que organizar la resistencia en forma unificada. Sobran motivos para convocar un paro general que inicie un plan de lucha para enfrentarlos.
Por eso, no podemos quedarnos quietos. Los trabajadores y los sectores en lucha debemos masificar nuestras acciones, impulsando la coordinación con otros trabajadores, incorporando en nuestros reclamos todas las reivindicaciones que vayan fortaleciendo la pelea. Ante la entrega de las conducciones, necesitamos impulsar la unidad de los trabajadores por abajo, impulsando asambleas, reuniones con los delegados, petitorios, diversas formas organizativas de participación que permita enfrentar al nuevo plan de Macri y las patronales.
Y a su vez, debemos ir construyendo una salida obrera y popular que vaya mostrando otro camino, con propuestas de fondo, para que la crisis no la paguemos los mismos de siempre: los trabajadores y el pueblo.