Con retraso, como el frío del otoño, el mes de mayo finalmente puso sobre la mesa la discusión de las paritarias, sacudiendo todo el escenario político. No hay manera, así como al sol no se lo puede tapar con la mano, a la inflación tampoco se la puede maquillar con índices fraudulentos y discursos encendidos. Ni siquiera los dirigentes sindicales de la CGT oficialista pudieron esperar a que pasen las elecciones y tuvieron que alzar la voz –tibiamente- por la presión de las bases. Y el espejismo de la supuesta tranquilidad que facilitaba la “carrera electoral” empezó a tambalear.
Una vez más, la realidad del bolsillo obrero y popular perforó el relato oficial y su modelo “de inclusión” mostró su verdadera cara. El gobierno, a través del ministro preferido de Cristina, Axel Kicillof, salió al cruce a imponer los techos salariales en las negociaciones paritarias, respaldando a la UIA y las cámaras empresarias. Por orden de la presidenta, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se negó a homologar los aumentos que “tuvieran un 3 adelante”, como el acuerdo que había alcanzado el Sindicato de los Empleados de Comercio que conduce el ex menemista y actual integrante de la “CGT Balcarce” Armando Cavalieri. A su vez, el mismo ministro dictó la conciliación obligatoria ante el anuncio de un paro de 36 horas por parte de la UOM de Antonio Caló, que pedía un 32% y se ubicaba como un porcentaje “testigo” para el resto de las paritarias. Reconociendo que “los trabajadores lo quieren colgar del obelisco”, una vez más el titular de la CGT, bajó la cabeza y “acató” el pedido de la “jefa”.
Por su parte, todos los presidenciables (Scioli, Massa, Macri) hicieron un silencio cómplice, porque aunque se peleen en las elecciones, todos juegan para el mismo equipo. Y todos, van a seguir aplicando el ajuste.
Los aumentos salariales no generan la inflación
El ministro de Economía, Axel Kicillof, luego del embate de los sindicatos volvió a decir que en la Argentina hay “paritarias libres”, anunció deducciones al impuesto a las ganancias –sin tocar el mínimo no imponible- de los sueldos entre $15.000 y $25.000 retroactivo a enero y en cuotas, y les pidió “responsabilidad” a los empresarios. Sin embargo, fiel a su costumbre, negó la inflación real y marcó la pauta de los techos salariales: “Yo multiplico por 12 y me da 24 por ciento. Es lógico que, si se desaceleran los precios, los aumentos salariales sigan la misma trayectoria. No obstante, cada sector tiene sus particularidades”.1
Rápidamente,los representantes patronales salieron a llorar miserias, intentando culpar a los trabajadores por los aumentos de precios. El presidente de la Unión Industrial Argentina, Héctor Méndez dijo que “está totalmente de acuerdo con un máximo de 25% como techo para las paritarias ya que es sólido para evitar que se disparen los precios. Hay que tener una mentalidad de sacrificio compartida, porque hoy en el mercado internacional estamos afuera, no podemos competir, así como estamos, ni con otros países de Sudamérica ni de Centroamérica”.2 Y descaradamente, agregó que “los industriales no debemos nada a los trabajadores”.3
¡Eso es mentira! Está claro que no son nuestros salarios los que provocan inflación. La producen los empresarios que remarcan los precios y el gobierno que emite moneda sin respaldo real en la producción de bienes. Por eso mientras el año pasado los aumentos promediaron un 25 % la inflación anual fue del 38%. Es por eso que hasta los dirigentes gremiales vendidos deben reconocer que los trabajadores hemos perdido y tienen que hacer algo para no suicidarse ante sus representados.
En realidad, lo que sucede es al revés: la inflación generada por el plan económico de Cristina, Kicilloff y las patronales es para bajar nuestros salarios y así aumentar sus ganancias. Es una de las formas para implementar el ajuste, para volcar en nuestras espaldas la crisis económica mundial que ellos generaron, mientras todos estos años se llenaron los bolsillos con nuestro esfuerzo y el de nuestras familias. Nos sacan a nosotros, también con el IVA y el impuesto al salario que llaman “ganancias”, para pagar la fraudulenta deuda a los buitres y especuladores. Los anuncios de esta semana no son suficientes porque con los nuevos aumentos los trabajadores vamos a cobrar casi lo mismo de bolsillo.
Hace falta un paro de 36 horas y un plan de lucha unificado
Por su parte, los bancarios convocaron a un paro nacional para el próximo martes, en vistas del punto muerto en su negociación salarial. Otro gremio fuerte con paritarias empantanadas es aceiteros, que está en paro por tiempo indeterminado, y en los próximos días se podría anunciar una huelga en el sector de transporte, que sigue protestando por Ganancias. La UOM y los Empleados de Comercio planifican movilizaciones al Ministerio de Trabajo y la Secretaría de comercio respectivamente. El propio Moyano se despertó de la siesta y una vez más declara que están “analizando convocar un nuevo paro”.
Hay condiciones de sobra para convocar un nuevo paro y unificar los reclamos. Es necesario dar continuidad a las medidas del pasado 31/3, romper la tregua con el gobierno y organizar un paro nacional de 36 horas que forme parte de un plan de lucha unificado para conseguir nuestros reclamos ante el brutal apriete de las patronales que ampara este gobierno. Pero para eso, es necesario exigirles a las conducciones de la CGTs y las CTAs que dejen de hacer declaraciones o arrastrarse ante el gobierno y le pongan fecha a las medidas.
Tenemos que organizar asambleas, convocar a los cuerpos de delegados, y toda medida que nos permita organizar desde abajo la lucha para derrotar los techos salariales del gobierno y las cámaras empresariales, por un 40% de aumento salarial en una sola cuota que equipare el costo de la canasta familiar, y que se reabran las paritarias en seis meses. Hoy el 50% de los trabajadores gana menos de $ 5.500. Por eso es necesario luchar contra el trabajo en negro y precarizado. Además, hay que pelear para que las empresas se hagan cargo del costo del impuesto al salario (ganancias) hasta que logremos eliminarlo y por el reparto de las horas de trabajo sin reducción salarial para parar los despidos y suspensiones.
Notas:
1 http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-272144-2015-05-07.html Página 12, 07/05/2015.
2 http://www.ieco.clarin.com/economia/Mendez-totalmente-acuerdo-maximo-paritarias_0_1350465353.html Clarín, 03/05/2015.
3 http://www.ieco.clarin.com/economia/Hector_Mendez-UIA-salarios_0_1352264789.html Clarín, 06/05/2015.