Rosario, la bella ciudad del Monumento a la bandera, es hoy un emblema de la situación que atraviesa nuestro país (ver nota al pie). Es allí, donde se realizará el 31° Encuentro Nacional de Mujeres, durante los días 8, 9 y 10 de octubre. Miles de mujeres llenaremos las calles, las escuelas, las plazas para participar de los talleres y las actividades que se realizan cada año en estos Encuentros.
Estamos viviendo un terrible ajuste por parte del gobierno de Macri que nos hunde cada vez más en la pobreza, la desocupación, con una inflación anual que según el propio ministro Prat Gay, ya trepó al 42%. Con aumento en las tarifas de transporte y servicios, con índices cada vez más altos de empleo precarizado. Todo esto afecta con mayor crudeza a las mujeres trabajadoras y a las jóvenes, porque somos las que tenemos que hacer malabares para garantizar la comida, la salud y la educación de nuestros hijos y nuestras familias en estas condiciones.
Pero eso no sucede solo en nuestro país, no es un problema del signo político del gobierno. Es que frente a la crisis económica mundial, todos los gobiernos acuerdan en hacer pagar a los trabajadores la crisis de los empresarios y banqueros. Lo vemos en Europa, donde los trabajadores están sufriendo duros ataques a sus conquistas. En Latinoamérica la crisis entró con todo. En Venezuela las mujeres encabezan la lucha contra el hambre cruzando la frontera para conseguir alimentos, en Ecuador, México, Brasil: crecen la desocupación, la pérdida de derechos laborales, los asesinatos y la represión a los que luchan contra reformas en educación y en Salud, como hemos visto en la heroica huelga por la educación de los docentes y el pueblo mexicano. Podríamos nombrar país por país y observar medidas similares ya que todas vienen de un mismo plan al servicio del FMI y del Banco Mundial.
Macri: el ajuste es violencia
Los trabajadores y trabajadoras no nos quedamos quietos. Hicimos grandes movilizaciones contra los despidos, por aumento de salario, contra los tarifazos, la movilización del 3J por “Ni una menos”, y más recientemente la inmensa marcha federal del 2/9 convocada por las dos CTAs por presión de los trabajadores. La bronca que crece, las centrales sindicales hacen poco y nada. Salimos a la calle, peleamos para que no nos quiten nuestros derechos, para tener una vida mejor: las mujeres somos parte de estas luchas.
Por eso el Gobierno intenta aparecer con preocupación respecto de la situación de la mujer, nombró a la feminista Fabiana Tuñez como presidenta del Consejo Nacional de la Mujer, puso en puestos importantes a mujeres (Michetti, Bullrich, Vidal). Pero no nos engañemos, solo es apariencia. Esas mujeres son el rostro femenino de su plan antiobrero.
También, en respuesta a la lucha, Macri tiene que ceder. Por ejemplo, se votó la Licencia por Violencia de Género para las docentes de Capital y se presentó el “Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres”, con presupuesto cinco veces mayor que el mejor del kirchnerismo. Serían $750 millones por tres años. Igualmente significa ¡$1 por mes por cada mujer! una burla, una suma ínfima frente a los millones de dólares que se llevaron los fondos buitres, el campo, las mineras, etc.
Lucha Mujer en los Encuentros de la Mujer
Éste será el primer Encuentro con Macri en el Gobierno. A las compañeras del PSTU y de Lucha Mujer nos parece muy importante participar.
Durante tres días, mujeres trabajadoras, estudiantes, desocupadas se liberan de las tareas domésticas; se dedican a discutir distintos temas sociales y políticos, se contactan con mujeres luchadoras de otras provincias, ciudades, etc. Y eso es muy bueno.
Pero a su vez, es un evento donde no se diferencian las necesidades de las mujeres trabajadoras y las de sus patronas, “son todas mujeres”, allí los problemas de la mujer trabajadora son problemas del género femenino y no de la clase trabajadora. No sale ninguna propuesta para llevar a los lugares de trabajo, de estudio ni para exigir a los sindicatos y centrales obreras que tomen nuestras reivindicaciones junto con las del resto de los trabajadores.
Por eso nosotras no vamos a pelear la dirección del encuentro ni a cambiarle el contenido como hacen otras organizaciones de izquierda.
A nosotras nos interesa participar para acercar el programa y política revolucionaria esas miles de mujeres activistas, que van abiertas a escuchar distintas propuestas en los talleres, en las marchas, o en las actividades de nuestra organización. Vamos a decirles que ni este gobierno, ni el anterior quieren atender a las necesidades que tenemos las mujeres trabajadoras y las familias obreras: la igualdad salarial, las guarderías para nuestros niños, el derecho al aborto legal y gratuito, la Justicia para Paula y todas las víctimas de femicidio, terminar con los femicidios y abusos, con las redes de trata, con la opresión aumentada que sufren las mujeres LGBT.
Pero también les planteamos, a diferencia de todas las organizaciones que se dicen feministas, que no lograremos salir adelante si vamos solas como mujeres, que es necesario pelear con el conjunto de los trabajadores por todas nuestras reivindicaciones. Y que juntos tenemos que luchar por una segunda y definitiva independencia, con la clase obrera al frente, para terminar con estos planes de ajuste que se dictan desde los organismos que responden al imperialismo y construir una sociedad socialista.
Vamos al 31° Encuentro a decirles que vengan con nosotros a tomar esta tarea. Te necesitamos para dar ésta pelea juntos y que te propongas ganar para ella a tus compañeras y compañeros de trabajo y estudio. ¡Vení al Encuentro con Lucha Mujer y el PSTU!