Vamos por trabajo genuino

La propuesta de subsidio a los trans de más de 40 años presentada por la legisladora K María Rachid desató una ola de polémicas y críticas en su mayoría de lo mas transfóbicas y discriminadoras. Críticas de los mismos medios y la oposición patronal que de ninguna manera cuestionan los 80 millones del presupuesto nacional destinados a la Iglesia Católica y contraponen el subsidio a los trans a la deplorable situación de los jubilados mintiendo, ya que la plata de los jubilados se la lleva la deuda externa y no los subsidios. Sin embargo, no hay que negar que estas ideas, que sirven a los explotadores para dividirnos, hacen eco en sectores de trabajadores y es por eso que es necesario poner el tema en debate.
Las críticas reaccionarias le vienen muy bien al Gobierno. Con una medida asistencialista y superficial, intenta continuar mostrándose “progresista” y ocultar sus políticas cada vez más serviles al imperialismo y la retrógrada Iglesia Católica, como la reforma del Código Civil y la firme decisión de no legalizar el aborto.
Ahora bien, mas allá de las conquistas legales de las minorías sexuales, ganadas con años de lucha, la realidad es que luego de más de una década ganada la situación de las personas trans no ha mejorado y el 85% de las mujeres y el 63% de los varones se prostituyen para sobrevivir ya que no tienen posibilidades de insertarse en el mercado laboral. Es así que, la expectativa de vida de las personas trans es de tan solo 35 años, menos de la mitad que la expectativa general y por debajo de la edad en la que aplicaría el subsidio.
El proyecto de Rachid apunta, según sus propias palabras, a “revertir la situación de extrema exclusión que han vivido las personas trans en nuestro país en todos estos años”, pero se limita a ser un “premio” a los sobrevivientes de la extrema exclusión. Sobrevivientes que, según el propio kichnerismo se encargó de aclarar una y otra vez, son tan pocos que el subsidio no tendría gran implicancia en el presupuesto. ¿Qué tienen que hacer las personas trans de menos de 40 años según este proyecto? Prostituirse hasta, con mucha suerte, llegar a esa edad, cuando podrían ser beneficiarios del subsidio.

 

Una solución de fondo

La organización Hombres Trans Argentinos de Córdoba se pronunció en contra del subsidio porque éste no resuelve la problemática de fondo y reclaman la creación de un cupo del 3% de la planta permanente de los trabajadores del Estado para las personas trans. En un sentido similar, la diputada del FIT en Neuquén, Angélica Lagunas, presentó en la legislatura neuquina un proyecto de ley que establece un cupo mínimo de 3% de puestos de trabajo reservados para personas trans tanto en la órbita estatal como en las empresas privadas. Este proyecto apunta a una solución de fondo que el Gobierno se niega a dar y solo podremos conseguirla si el conjunto de las organizaciones de trabajadores y estudiantes, junto con las organizaciones LGTB, tomamos en nuestras manos la pelea por trabajo para todos y nos unimos como trabajadores, independientemente de nuestro género y elección sexual.

 

10 de diciembre de 2014