El pasado 2 de junio, los estudiantes de la UNLZ logramos una victoria inédita: en una asamblea resolutiva, realizada a pesar del boicot del FEP (Frente Estudiantil Popular, alineado con el decano Mariotto), conseguimos el compromiso del vicedecano de la facultad de Ciencias Sociales, Francisco Lavolpe, para hacer público tanto el presupuesto que destina el Estado a nuestra universidad, como el presupuesto privado que obtiene la misma mediante los convenios con empresas.
Durante la última semana, el FEP había informado que al vicedecano “le interesaba participar en una reunión con los estudiantes”. A través de una pasada por cursos para convocar al conjunto estudiantil, conseguimos que la asamblea se llevara adelante en el hall; de esta manera todos los presentes podían ver de qué se trataba. Al ver esto, Lavolpe decidió retirarse sin dar explicaciones porque, según la conducción del Centro, la reunión debía ser en un aula cerrada. ¿Qué es lo que quieren esconder las autoridades de nuestra facultad?
La realidad es que los estudiantes no nos encontramos en un contexto favorable. Los ataques a la educación pública provienen desde el Gobierno Nacional de Macri pero son gestionados en las casas de estudios por las autoridades kirchneristas. El 12 de mayo se realizó una multitudinaria marcha educativa en Capital de estudiantes, docentes y no docentes, donde se exigió un incremento salarial acorde a la inflación y un aumento cualitativo del presupuesto educativo que amenaza, por ejemplo, con cerrar la UBA en el segundo semestre, por no llegar a pagar las cuentas de luz. Nuestra facultad no es ajena a este vaciamiento: no tenemos estufas para hacer frente al invierno y la oferta horaria es casi nula. Esto se combina con la restricción a la libertad de cátedra, el comedor y la fotocopiadora gestionados por empresas privadas que se enriquecen a costa de altos precios imposibilitando cada vez más a los estudiantes el acceso a la universidad.
La asamblea del 2 de junio, que votó un plan de lucha con clases públicas por los reclamos y la adhesión a la marcha del Ni Una Menos, sienta un precedente importante. Si bien el FEP, pegado a la gestión de Mariotto, boicoteó tanto la asamblea como sus resoluciones. Esto demuestra que los estudiantes podemos organizarnos para enfrentar el ajuste.
¡Vamos por la publicación del presupuesto universitario!
Llenemos las cursadas de debate y organización para amplificar nuestras reivindicaciones.
¡Luchemos contra el ajuste de Macri y la gestión!