En Jujuy comenzó una pelea por salarios y condiciones de trabajo de los docentes y estatales provinciales. Fue duramente reprimida por el gobierno de Gerardo Morales, que impuso un Decreto prohibiendo las movilizaciones y reclamos. Nada menos que en la provincia en que Milagros Sala está presa hace años.
La respuesta fue una enorme movilización popular que se extendió a cada localidad de la provincia, y obligó al gobierno a retirar el Decreto.
Sin embargo, tanto Morales como la oposición peronista mantuvieron la decisión de votar una Reforma Constitucional que profundiza en el mismo sentido: impedir las movilizaciones y la protesta, en general recortar seriamente las libertades democráticas populares. Y la votaron en una sesión secreta.
Nuevamente, el pueblo jujeño salió a las calles en una verdadera pueblada para reclamar la derogación de la Reforma.
Se trata de una acción masiva que agrupa a docentes y estatales, con toda la población. En este momento están bajando los mineros desde los yacimientos para sumarse a la movilización.
Una lucha generalizada contra los responsables de la miseria, la entrega de las riquezas naturales, como el litio, a las grandes multinacionales, y por la libertad para enfrentar esos planes. Una lucha y por el desconocimiento a la Constituyente que enfrenta no a uno u otro bloque político, sino a todos los culpables de la situación dramática que atormenta al pueblo.
Jujuy no es una excepción
El proceso jujeño es parte de una oleada de luchas docentes y estatales desde Salta hasta 9 provincias en rechazo al ajuste aplicado por el Massa y el gobierno por orden del FMI.
Y más en general de las peleas que recorren las diferentes provincias por distintas cuestiones, como la propia movilización en Chaco por justicia ante la desaparición de Cecilia por parte de figuras del poder político justicialista local.
No es un enfrentamiento contra este o aquel partido. Es contra todos los que gobiernan, sean del partido que sean, al servicio de los ricos, los poderosos y los intereses multinacionales.
Es tarea de todos los trabajadores y el pueblo solidarizarse con estas protestas, y unirlas en un gran reclamo nacional por el salario, por el trabajo para todos, por la salud, la educación y para terminar con la impunidad y la represión,
Es necesario que los gremios y centrales obreras dejen de ser sirvientes de los poderosos y se pongan al servicio de la pelea. Hace falta iniciar un proceso de huelgas generales provinciales (como la que de hecho está ocurriendo en Jujuy), y huelga nacional de docentes y estatales.
Para eso, los trabajadores jujeños nos muestran un camino: no esperar a los dirigentes, unirse y coordinarse por abajo, desde la misma movilización, para organizar una lucha a fondo. Junto a eso, y en vistas de la profundización de la represión, es preciso organizar desde el inicio la defensa de las luchas, las movilizaciones y las organizaciones obreras y populares ante los ataques del Estado y sus diferentes gobiernos.
Basta de ajuste y represión de los gobiernos, el FMI y las patronales
Por un plan económico de los trabajadores y el pueblo
Todo el apoyo al pueblo jujeño
Abajo la Constituyente tramposa y represiva
Fuera Morales y los políticos de JxC y peronistas que reprimen y votan esa Reforma