Con un Presidente de vacaciones, un Parlamento votando el ajuste que el pueblo rechaza, con despidos a los estatales y un brutal aumento de la represión y persecución a la protesta, termina un año intenso, que preanuncia un inicio del 2018 con aún más ataques del gobierno y los empresarios y rechazo contundente de los trabajadores y el pueblo.
El Senado de la Nación, aprovecha el clima enrarecido creado luego den la inmensa movilización del lunes 18 de diciembre para avanzar con el ajuste. El Presupuesto 2018 que aprobaron implica un ajuste brutal en áreas como Salud o Defensa, al servicio de aumentar en casi 30% el pago de la deuda externa. Mientras a los jubilados, discapacitados y niños beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo les robaran 50.000 millones de pesos en el año entrante, a los empresarios del campo se les regalaran 18.000 millones de pesos por la baja de las retenciones a la soja.
Mientras con la reforma tributaria se le bajarán los impuestos a las empresas, los trabajadores pagaremos un 100% más el transpote, la nafta volverá a aumentar un 5% en enero, siendo que en 2017 ya aumentó entre un 35 y 29%.
El verano llegó con una ola de despidos: a los docentes en provincia de Buenos Aires, en la Televisión Abierta Digital, en fabricaciones militares y sigue la lista.
Mediante el pacto fiscal ya se acordó un techo de paritarias de alrededor de un 10%, mientras el propio gobierno cambia la meta de inflación y la reforma laboral, ya acordada con la nefasta conducción de la CGT, que destruye todos nuestros derechos laborales intentarán votarla en febrero.
Mientras persiguen luchadores, otorgan prisión domiciliaria al genocida Etchecolaz
Es claro que Macri tiene un plan de guerra contra los trabajadores y el pueblo, y para intentar que eso pase, pretende instalar un clima de represión que nada tiene que ver con la democracia y la paz de la que tanto les gusta hablar en sus discursos.
¿Tienen todo a favor?
Aunque ya pasó más de una semana, no hay día en que no salga en los diarios alguna nota sobre los acontecimientos que rodearon a la vergonzosa aprobación de la reforma previsional. De inumerables maneras los periodistas, que de periodismo hacen casi nada y se han convertido abiertamente en mercenarios del poder de turno, intentan imponer la versión de que lo que sucedió esos días fue un ataque orquestado por violentos manifestantes, con el fin de desestabilizar al gobierno e impedir el funcionamiento de la democracia.
Lo que realmente pasó esos días, que evidentemente fueron traumáticos para el gobierno y por eso pretende ocultar la realidad, es que cientos de miles salimos a las calles de decir que no queriamos sus reformas, que no consentiamos que roben a los jubilados, que no le creiamos sus discursos de frases hechas que ocultan un plan siniestro. El “respaldo” que supuestamente había dado el resultado electoral esos días estalló por los aires, por ahí, en el Congreso sufriendo los gases o en las esquinas con cacerolas no estaban solo los que no lo votaron y no le creian de antes, tambien estuvieron muchos de los que si le creyeron, pero que ahora decían basta. En esos días, el ambiente de luchas que en muchos lugares del interior del país se venia desarrollando, se trasladó a Capital Federal, miles de obreros desafiaron al poder y a sus conducciones nacionales como la CGT y CTA, algo que se viene realizando en provincias como Neuquen y Jujuy.
La “democracia” al desnudo
Finalmente, la madrugada del 19 de diciembre la reforma se aprobó, con la ayuda de votos peronismas y la ayuda cobarde de 10 ausentes, entre los que se encuentra Daniel Scioli, el que nos proponian votar en 2015 para enfrentar el ajuste de Macri. Si esos diez hubieran ido y votado en contra la reforma previsional, el nefasto robo a los jubilados, no se hubiese aprobado.
Esta situación dejó al descubierto la falsedad de esta democracia en la cual un gobierno promete en campaña electoral no tocar a los jubilados, y se desdice inmediatamente después de gana; esta democracia en la que el Parlamento, los supuestamente representantes del Pueblo, vota lo que rotundamente el pueblo rechaza, y para garantizar hacerlo impone una brutal represión. Esta democracia en la que el “representante” de la oposición termina favoreciendo al gobierno por acción u omición, porque, de fondo, defienden los mismos intereses. Y en la que otros tantos se callan la boca.
Cacería M
La cacería represiva no empezó ni terminó ese día, pero se profundizo. Los medios y el Gobierno en sus discursos, piden la “cabeza” de los manifestantes, la Justicía pidió la detención de Sebastián, sin siquiera notificarlo ni permitir al abogado ver de qué se lo acusa. Aún hay 5 detenidos de la movilización del 18 y en Jujuy, el gobierno de Gerardo Morales, reprimió brutalmente a los trabajadores de Ingenio La Esperanza, 4 de los cuales aún están presos.
Las noticias dicen que se pretenderá juzgar a los manifestantes que estuvieron en Congreso por sedición, una figura que no se utiliza desde 1988 cuando fue el levantamiento de la Tablada y que implica el levantamiento organizado de un grupo de personas para derrocar a un gobierno, con armas de fuego inclusive, ¡Nada de eso ocurrió ese día!
Cualquier persona con sentido común sabe que ese no es más que un invento, para intentan amedrentar e ir contra el derecho a protestar. El gobierno y el Estado se juegan a naturalizar la represión y el hecho de que todo aquel que se oponga al plan económico movilizándose tenga causas judiciales y persecución
¿Al servicio de qué?
Toda esta política represiva no se debe principalmente a la matriz ideológica del gobierno, sino a que para avanzar con su plan necesita garantías de que lo va a poder aplicar. Los periodistas más serviles se lo dicen claramente en el diario, si no les garantizan a las multinacionales que van a poder explotar más y más a los trabajadores argentinos sin problemas, no van a querer invertir; si no le garantizan al imperialismo eficiencia los planes se les van a complicar.
Macri quiere garantizar aprobar sin problema la reforma laboral en febrero o marzo y garantizar la realización de la Cumbre del G20 donde quiere mostrarse como el mejor alumno de Merkel y Trump. Es al servicio de eso que ahora nos persiguen, y están dispuestos a todo para lograrlo. El límite solo lo podremos poner los trabajadores en las calles.
Lo que esta implantado es de hecho un «estado de excepción» no solo con las luchas obreras sino con varios presos políticos como Milagros Salas, Luis D´lia entre otros como así una judicializacion a partidos políticos, sindicatos y movimientos como la que se lleva adelante con el Kirchnerismo, la CTEP, del Ingenio la esperanza, el FIT y a nuestro compañero Sebastian del PSTU
Podemos derrotar el ajuste y la represión
Esta situación requiere una respuesta urgente del conjunto de las organizaciones que nos consideramos defensores de los derechos de los trabajadores y el pueblo. Acá lo que está en juego no es la persecución sólo a tal o cual, el ataque es al conjunto de los que nos movilizamos, al servicio de hacer pasar el ajuste, las reformas y los despidos. Por eso debemos responder también de conjunto.
El gobierno aprovecha el periodo vacacional para avanzar también con los despidos. Necesitamos un verdadero Plan de Lucha para derrotar el plan de conjunto. La fractura expuesta de la CGT se profundizó con estos hechos y el rol nefasto de la conducción. En todos lados tenemos que exigir un plan de lucha, y si el Triunvirato, tal como hicieron los legisladores, va a seguir sin escuchar la voz de la mayoría de los trabajadores, se tiene que ir.
Desde el Vaticano; el Papa Francisco pidio el diálogo, pero el que uso balas de goma y gases fueron Macri y Bullrich; por eso es fundamental que desde el Episcopado se solidarice con todos los perseguidos por este gobierno y plantee el fin de sus persecuciones.
Y todos los que están dispuestos a verdaramente el ajuste y la represión tienen que dejarse de declaraciones. Cristina, a la que muchos ven como la figura opositora por excelencia, tiene que pronunciarse sobre todos los ataques. Tenemos que ya mismo enfrentar los ataques, rodear de solidaridad a todos los despedidos, apoyar el Paro Nacional de ATE del 4 y preparar un gran Encuentro de Delegados de todos los gremios: las CTAs, la Corriente Federal de Trabajadores, la UOM, tienen en sus manos la posibilidad y reponsabilidad de organizar toda la bronca que expresamos en las calles este diciembre