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Volvemos a las calles por NiUnaMenos

Se está por cumplir un año del día en que medio millón de personas solo en Bs As y cientos en todo el país, ocupaban las plazas y las calles, convocados por la consigna #Niunamenos. Llamados a poner un límite a la violencia que nosotras sufrimos. Ese límite se rompe cada vez que perdemos una más, cada vez que dejan una menos. Pero también, el 3J permitió visualizar otras formas de violencia contra la mujer que son menos extremas que el femicidio pero no por eso menos importantes para nosotras. Porque cuando la patronal nos despide por quedar embarazadas, tiene que haber un límite, cuando caminamos por la calle con miedo a ser acosadas, también debe haber un límite, cuando vemos morir a nuestras jóvenes y pobres mujeres por un aborto clandestino que el Estado niega, tiene que haber un límite.
Y fue a partir de esa masiva movilización, que se instaló un antes y un después en la conciencia de la sociedad. Los propios gobiernos, nacional y provinciales, debieron avanzar en algunas modificaciones respecto de las políticas para combatir la violencia. Se abrieron observatorios para generar cifras oficiales que den cuenta de cómo actúa la violencia machista y se pusieron en práctica protocolos para intervenir en universidades, sindicatos y escuelas. Se consiguió también la sanción de la ley de patrocinio jurídico gratuito a las víctimas de violencia.
Hoy a casi un año de ese “Grito en Común” los números siguen rompiéndonos los tímpanos: ha habido 286 víctimas de femicidios en 2015 y en tan solo los primeros 100 días de 2016, ya con el gobierno de Macri, 66 nuevas muertes son el principio de la cuenta.

Por un nuevo #NiUnaMenos contra el ajuste

La realidad nacional, y el nuevo gobierno, ajustando día a día nuestra calidad de vida, exige ir a fondo en la convocatoria que se plantea desde el #NiUnaMenos.
Lo que ya vivíamos con un Gobierno “nacional y popular”, con una presidenta mujer, se ha profundizado junto con la crisis mundial que castiga a pueblos enteros, porque cuando de salvarle las papas a los de arriba se trata todos los gobiernos, más “progresistas” o más de “derecha” están en sintonía: que la crisis la paguemos las y los trabajadores. Así vemos como en países como Brasil, Ecuador, Bolivia, Venezuela o Argentina, con esos gobiernos que se dicen “progresistas” y hasta de “izquierda” a la cabeza, no se ha dado solución de fondo a las muertes por abortos clandestinos, la discriminación salarial, la violencia y femicidios, así como al conjunto del pueblo trabajador se lo ha atacado en sus condiciones de vida.
Con los aires de cambio que en nuestro país intenta pintarnos con buena cara el gobierno de Macri y aliados, vemos que son parte de lo mismo con una profundización de ese ataque: Se cerraron los servicios de atención a las víctimas de violencia, han avanzado en despidos en el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, poniendo en riesgo la ya escasa distribución de anticonceptivos; se ha clausurado el programa para víctimas de delitos sexuales, y la asignación presupuestaria para el Consejo Nacional de la Mujer ,que es dirigido por la feminista Fabiana Túnez, es miserable, como en todos los años del kirchnerismo. Esto se suma a los despidos en estatales y el ajuste en nuestros bolsillos que afecta particularmente a las mujeres trabajadoras.

Que los sindicatos y centros de estudiantes tomen la bandera por los derechos de las mujeres

Mientras el ajuste se hace carne, la lucha en las calles se hace todavía más inmensa, empezando por el 24 de febrero con la gran jornada de lucha de los estatales, el 29 de abril pasado, donde la clase obrera fue protagonista, ocupando la ciudad con sus centrales y sindicatos, y el reciente 12 de mayo con los estudiantes y docentes universitarios, que salieron a defender la educación pública. Si esas inmensas movilizaciones, que nuclean lo mejor de la resistencia al ajuste, tomaran en una gran jornada de lucha, como el 3J, la bandera por los derechos de la mujer, estaríamos, sin dudas, en óptimas condiciones para derrotar el ajuste de Macri, sus ataques a las mujeres trabajadoras y a todo el pueblo pobre.
Es por eso que desde Lucha Mujer y el PSTU, creemos que la gran tarea de preparación del 3J, es llevar a nuestros sindicatos y centros de estudiantes, la propuesta de que desde esos organismos de lucha se tome el llamado al #NiUnaMenos, unificando con el conjunto de las demandas de los trabajadores y estudiantes, discutiendo en asambleas y plenarios, con todas y todos los compañeros esa participación. Debatir allí, con nuestros compañeros varones qué hacer y cómo combatir el machismo sería aún más fortalecedor para la lucha por el #NiUnaMenos que necesitamos.
Te invitamos a sumarte al PSTU y Lucha Mujer para dar juntos esta pelea en todos los lugares donde estamos.