La performance de Las Tesis “Un violador en tu camino” se replicó rápidamente en diversos países. Francia, Alemania, el Estado Español, EEUU, Argentina, México, Paraguay, Turquía y muchos países más bailaron al son de denunciar al estado opresor. Las redes sociales se llenaron de fotos, flyers y videos.
En Chile se denuncia al Gobierno Piñera, hasta que se vaya, porque es quien aplica métodos de terrorismo de estado a los y las manifestantes que hace mas de 50 dias han tomado las calles. Las innumerables denuncias de violaciones, torturas, desapariciones, han llegado a oidos de todos y todas a pesar del intento del mandatario de ocultarlo junto a la complicidad de los medios de comunicación. El ultimo 4 de diciembre una multitud de mujeres de todas las edades, se congregaron en las afueras del Estadio Nacional, un antiguo centro de detención y tortura de la dictadura de Augusto Pinochet donde fue asesinado el cantautor Víctor Jara.
La canción se ha convertido en un himno, siendo entonado por miles de mujeres en el mundo. Con sus diferentes adaptaciones a la situación particular de cada país, ha dado voz al sector oprimido mas numeroso del globo. Es que la violencia machista es uno de los males mas arraigados en este sistema. Pero que está siendo fuertemente cuestionado en todas las luchas que se están desarrollando.
En Bolivia las mujeres están enfrentándose al Golpe, en Colombia participando de las huelgas generales y las manifestaciones multitudinarias. En Ecuador hicieron lo propio tirando abajo el decreto del FMI. En India, recientemente miles de mujeres salieron a las calles denunciando el femicidio de una joven por haber denunciado a su violador. Y lo mismo se replica en Sudán, El Líbano, Turquía. Y el mismo 25 de noviembre, en todo el mundo se dieron movilizaciones contra la violencia machista.
La canción es clara. El sistema es el que permite perpetuar la violencia. La Justicia, el aparato represivo del Estado, la Iglesia, los gobiernos que no invierten un céntimo del presupuesto en este combate, dejan a las mujeres, fundamentalmente a las trabajadoras y pobres, libradas a su suerte.
En América Latina los índices de violencia son siniestros. Por día, mueren 9 mujeres asesinadas. Es el lugar más letal para nosotras fuera de una zona de guerra, según un reciente informe de la ONU. Y estos datos aun son escasos. Ya que en muchos países, ni siquiera existe la figura de femicidio. Por lo que los asesinatos están invisibilizados dentro de los índices de homicidios.
En nuestro país la figura de femicidio, los datos oficiales, la ley de prevención y erradicación de la violencia hacia las mujeres, los hemos conquistado a fuerza de movilización. Y desde 2015 hemos llenado las calles, impuesto el debate sobre la legalización del aborto y marcado agenda sobre nuestros derechos.
Sin embargo la violencia continua siendo un cáncer que solo en 2019 se cobro casi 300 vidas y ha dejado miles de niñes huérfanes. Por otra parte, continúan siendo preocupantes la desigualdad salarial, la pobreza que nos deja el gobierno que se fue, altamente feminizada; los índices de desocupacion que duplican los de los varones, y demás problemáticas.
Marcar la agenda para lo que se viene
Seguramente por eso, en la asunción del nuevo presidente Alberto Fernandez, la cuestión de las mujeres formó parte importante de su discurso. Ante la situación objetiva y un movimiento que se ha plantado en las calles, se trata de un punto complicado de resolver teniendo en cuenta el endeudamiento generado por la gestión Macri. Si verdaderamente es una preocupación de Fernández, exigiremos medidas y propuestas concretas de aplicación urgente.
Para resolver la violencia es necesario comenzar por el No Pago de la Deuda Externa. Solo de allí obtendremos el presupuesto para el combate que hay que librar. Para refugios, subsidios para victimas de violencia, programas de inclusión laboral, talleres y cursos de autodefensa. Para programas integrales, que vayan desde campañas del Estado en afiches, medios de comunicación masivos, capacitaciones, talleres en sindicatos, clubes de barrio, lugares de trabajo y centros de estudio. Para tener una Educacion Sexual verdaderamente integral en todos los ámbitos, con programas de salud que cubran métodos anticonceptivos e interrupción voluntaria del embarazo de manera legal, como profundizamos y exigimos desde el 2018.
Nuestra tarea será colocar estos temas en agenda y movilizarnos hasta conquistar estas y todas nuestras demandas, exigiendo la separación de la Iglesia del Estado y cambiando de fondo el sistema de justicia machista. Para ello debemos luchar desde los centros de estudiantes, federaciones, organizaciones sociales, partidos políticos y parte muy importante en los sindicatos, donde las trabajadoras debemos tomar la posta y que estas demandas sean parte de los pliegos de reivindicaciones del conjunto de los trabajadores. Las conquistas las conseguiremos en las calles y organizadas.